Escuchando: Investment in logistics (The Unfinished Sympathy)

¡Gracias, Jaime!

Foto: Gizmodo

Escuchando: Get Outta Town (Danko Jones)

Por increíble que parezca, voy a hablar de televisión por una vez. Y digo que puede parecer increíble, porque yo llevo peleado con ese aparato bastante tiempo; más que con el aparato, con la bazofia que suele salir de él. De hecho, y esto creo que ya lo he contado alguna vez, la televisión de mi habitación no tiene conectada ninguna antena: sólo sirve para ver pelis en dvd…

Bueno, pues aún así, uno tiene sus debilidades. Una son Los Simpson. Y otra es 7 vidas. Llevo siguiendo esa serie de forma más o menos regular desde sus inicios. Desde los geniales capítulos con el inigualable Javier Cámara (y Paz Vega, que era otro aliciente). Poco a poco la serie fue perdiendo de vista su idea original y tomando vida propia. Hubo personajes que no acabaron de calar (como el de Florentino Fernández) pero en general se ha ido manteniendo. Y las últimas temporadas, con incorporaciones como los personajes de Aída, Sergio o el frutero, han parido episodios memorables, siempre con las collejas de Sole como denominador común. Personalmente, me parece digno de elogio que una serie se mantenga tanto tiempo en antena, y no decaiga la calidad, sino todo lo contrario.

Además de buenos momentos, 7 vidas ha dado otras cosas. Por ejemplo, el primer caso en españa de lo que allende los mares llaman spin-off. O sea, una serie protagonizada por uno de los personajes de otra serie de éxito. Vamos, como Frasier salió de Cheers.

Hoy ha sido el primer capítulo de Aída; lo he cogido un poco empezado porque he pasado media tarde haciendo fotos a uno de los niños más guapos del mundo (mi sobrino no; el otro :p) pero lo he visto casi entero… no tiene ni de lejos la chispa de 7 vidas, se deja ver, pero poco más…

Aída, el personaje, corre el riesgo de no ser capaz de soportar el peso, la responsibilidad de llevar adelante toda una serie. Hay personajes, como el actor secundario y silencioso Bob, o su amigo Jay, que hacen gracia un rato, pero en exceso cansan…

Habrá que ver qué es lo que pasa con esta serie… Pero espero que vuelva 7 vidas…

Seguiremos informando.

Escuchando: Quelque Part On M’attend (Chiara Mastroiani & Benjamin Biolay)

Tarde de centros comerciales, en la que mi principal actividad ha sido correr detrás de mi sobrino. Ha comprobado la inestabilidad de alguno de los elementos decorativos de las instalaciones.

Me cuesta siempre salir con las manos vacías de esos templos del consumismo. Hoy por ejemplo, me he encontrado por cuatro euros y pico una peli en dvd que tenía ganas de volver a ver… Demasiado tentador…

The Claim, El Perdón, del director del que tanto hablo últimamente: Michael Winterbottom.

Dillon es dueño de muchos de los negocios de Kingdom come. V amenazado su dominio sobre la ciudad con la llegada de Daglish, un topógrafo al servicio de la compañía ferroviaria Central Pacific, interesada en que el ferrocarril atraviese Kingdom Come. Dillon está convencido de lo que los planes de Dalglish le perjudican y dispuesto a hacer cualquier cosa para evitarlo. Al mismo tiempo que Dalglish han llegado a la ciudad dos mujeres: la hermosa y atribulada Elena y su encantadora hija adolescente, Hope. Su presencia perturba también a Dillon, pues en ellas reside la clave de un oscuro secreto que él ha ocultado a los habitantes de Kingdome Come.

No es su mejor película, pero sólo por la fotografía de este western nevado, y por la música, una vez más, de Michael Nyman, ya merece la pena…

Y esta noche… esta noche poca cosa, me parece; de momento el plan más atractivo que tengo a la vista es una de mis solitarias escapadas a la filmoteca, a ver una peli honkg-konguesa en versión original… ¡Wow! ¡fiesta! 😉

Seguiremos informando…

PD: Pero a saber dónde… yo no lo sé.

Escuchando: Symphony No 7 in A Major op. 92 (Ludwig van Beethoven)

Tengo la manía de ver todas las películas raras, distintas o polémicas que se me ponen a tiro… Y sin embargo, con la que he visto antes, me lo podía haber ahorrado.

Irreversible. Francesa. Protagonizada por Monica Belucci (ay), cuenta la historia de la venganza por una violación, venganza a cargo del novio de la víctima. La historia está narrada al estilo Memento, invirtiendo el orden cronológico. Las escenas constan de un único plano, sin cortes, jugando con la cámara de una forma muy original. La fotografía, el sonido, todo es sobresaliente.

Y sin embargo, tiene dos escenas (la de la violación en sí, y la de la ejecución de la venganza) tan crudas, tan desagradables, que hacen que uno se revuelva incómodo dudando si seguir viéndola.

Avisados quedan ustedes. Si la ven, no creo que puedan olvidarla. Pero no será un bonito recuerdo…

Seguiremos informando.