Polacos y pirulos

Escuchando: Paranoiattack (The Faint)

Hoy no he comido en casa. Quería, pero no he podido: he tenido que formar parte -muy a mi pesar- del equipo de ingenieros de compañía para un visitante de una universidad exterior, que pululará un par de días por nuestras mesas de trabajo.

Como mi conocimiento de su idioma es aproximadamente el mismo que tiene él del castellano, la cosa ha transcurrido de manera más (las menos) o menos (las más) fluida en inglés. Siempre está bien, que si no, se oxida.

La conversación de la comida se ha ido paseando por los lugares comunes de siempre: la situación en el país vasco, los nombres en inglés de los pescados, la necesidad real de la monarquía, la inmigración…

El hombre era majo, pero eso no impedía que yo muchas veces me evadiese y acabase enfrentándome a problemas mucho más triviales, pero no menos fascinantes. Como los misterios de la nevera de los helados. Si un pirulo -sea lo que sea, y sepa a lo que sepa- vale un euro, y un pirulo cool, también… ¿alguién se comprará el pirulo normal?

Qué cosas.

3 comentarios en “Polacos y pirulos

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