Sí, justo. Una semana.

Escuchando: Girls Can Really Tear You Up Inside (A Girl Called Eddy)

Es el tiempo que dedica mi móvil a intentar mandar un mensaje a un teléfono que parece estar siempre apagado. Me di cuenta ayer mientras cenaba.

Y una semana da mucho de sí. Es bastante tiempo. Me dan miedo los cambios de conjugación, lo reconozco. Y cuando buscar acaba sonando a perseguir, creo que es hora de quedarse en la segunda. Y desaparecer.

Seguiremos informando.

Un servidor y Photoshop les desearán felices fiestas

Escuchando: Golden Heart (Mark Knopfler)

Ya he terminado la que será mi postal navideña de esta temporada (la mía, para la del v-pino estoy sin ideas). Los últimos años casi siempre he recurrido a mi sobrino vestido de Papá Noel, pero en esta ocasión he intentado ser un poco más original…

De hecho, se trata de una foto que hice hace poco; nada más verla en la pantalla de la cámara, supe que iba a ser mi postal. Añadimos esto aquí, recortamos por allá, escribimos acullá… y ya está.

En unos días la publicaré, y la enviaré por correo, si no me la tachan la mitad de los servidores como spam, que también puede ser….

Seguiremos informando.

Entrar

Escuchando: Miracle drug (U2)

I want to trip inside your head
Spend the day there…
To hear the things you haven’t said
And see what you might see

The songs are in your eyes
I see them when you smile…

PD: El lienzo que he utilizado para la foto es el libro/disco Money will ruin everything, sobre el diseño de portadas del sello noruego Rune Grammofon. Al César lo que es del César.

Jazz in Kase

Escuchando: Scarborough Fair (Chris Kase)

Día aprovechado el de hoy. Madrugando, para trabajar un poco y enseñar los progresos después, al cliente, cafetería y portátil (un Windows 98 emulado en un Mac, pa chulo yo). También me he hecho socio de otro videoclub, y le he pegao un repaso. No tenían la peli que estoy buscando (Pesadilla antes de Navidad, la quiero, tengo mono, me la voy a acabar comprando), pero me he alquilado dos pelis de las que me habían hablado muy bien (ésta y ésta otra).

Por la tarde, más trabajo, y arreglos en el weblog en los ratos libres (ahora comprueba que se pone algún nombre al dejar un comentario). Y después, de concierto. Hace un tiempo me iba a perder por un viaje el concierto del trompetista de jazz Chris Kase. Que no le conocía, pero confiaba en los organizadores, y seguro que iba a merecer la pena.

Al final no me perdí nada, el concierto se suspendió (me imagino que no en consideración a mi ausencia). Sorpresa, al final han conseguido reprogramar el concierto, ha sido hoy, y en lugar de los veintimuchos euros que valía la entrada, hoy ha sido gratis. Por la patilla. Aprovechaban el evento para entregar el premio del Certamen Música Joven, en el apartado de Jazz, y estaba subvencionado por el Gobierno de Cantabria, concejalías, conservatorio… Bravo.

El concierto, inmenso. Al contrario que en otros recitales anteriores, que se tendía más a la fusión, en este caso se trataba de jazz clásico, puro y duro. La versión del Scarborough Fair ha sido sólo una de las perlas de la noche. Una pena que la iluminación dejase mucho que desear (sólo las luces normales del auditorio, con dos músicos iluminados y otros dos en penumbra) y fotográficamente no hubiese mucho que hacer… (al menos sin levantarme del asiento, digo)

Y por cierto, el galardón ha ido a manos de Mario San Miguel, contrabajista al que ya he visto en varias ocasiones formando parte de Pasatta di Sotto. En su breve discurso, ha dedicado el premio, ha dado las gracias a sus compañeros y a todos los que han hecho posible el Certamen y el hecho de que el jazz se haya acercado al Conservatorio y viceversa… y ha terminado diciendo que eso está genial, pero que no todo es teoría y estudio, que hace falta practicar, hace falta tocar, y eso en esta ciudad está mal visto, a los músicos muchas veces se les trata como delincuentes. Necesitamos tocar.

He aplaudido con ganas, sí.

Seguiremos informando.

Mmmmmm…. cerveza…

Escuchando: Warm Beer And Cold Women (Tom Waits)

Empieza la temporada de cenas, y mañana tengo la que más pereza me da (no por nada, sólo que es la más oficial y seria de las que tengo pendientes), a pesar de que me la paguen…

Eso sí, repetimos el mismo sitio que el año pasado, e igual que entonces, el menú es pura poesía. Platos de nombres bizarros y apariencia espectacular, aunque la última vez yo tardaba más tiempo en sacarles una foto que en comérmelos.

En cualquier caso, mañana cenaré…

Aperitivo miniatura.
Terrina de foi-gras artesana al Armañac con escarcha de zanahoria, caramelo de cerveza y maiz escabechado.
Canelon de calabacín relleno de bonito y pisto.
Tronco de rape con lardones de iberico, huevas de trucha y troceado de gambas.
Escalopines de solomillo en salsa marsala con frutos de otoño.
Tarta de galletas, crema y chocolate acompañada de helado de hierbabuena.

Mmmmmm… caramelo de cerveza…. (léase con voz, entonación y babas de Homer)

Seguiremos informando.

Te mordí hace un año

Escuchando: Star-Spangled Man (Luna)

Llegaste hace un año, ya. Todavía recuerdo el día, los nervios, la primera impresión, tus curvas, tu blancura, tu pureza, flechazo, amor a primera vista.

En este año nos hemos conocido mejor. ya no suspiro, ya no sonrío por fuera al verte, con orgullo, pero lo sigo haciendo por dentro. En estos 366 días he descubierto que tus virtudes lo son, y mucho; y que tus defectos, son pequeños y se pueden, se deben, perdonar…

He descubierto que eres, sencillamente, mejor. Al menos para mí, que es lo que importa. Ahora, el resto, en comparación, me parecen grises, les falta tu chispa.

Espero que sigamos juntos muchos años…

Hace un año abría la caja de mi Apple 😉

Cuento sin principio #2

Escuchando: Head (Death In Vegas)

Ahora, fijándose más, nota las diferencias en los rasgos, similares, pero más duros, con la ausencia de esas pequeñas imperfecciones que tan bien llegó a conocer. Avergonzado, vuelve a guardar en el bolsillo de la chaqueta la sonrisa de los grandes reencuentros, y murmura, más para sí mismo que para su interlocutora, un gracias, muy amable.

Sealed with a disc

Escuchando: Each coming night (Iron & Wine)

Discos y sobres. Muchos, últimamente. Hace poco me regalaron unos cuantos discos, en mano, pero en sobre como si hubiesen llegado por correo. No hace mucho (¿o sí?) envíe yo un disco metido en un sobre, con la única intención de ser this charming man, pero me temo que lo de dar mayor importancia al factor sorpresa que a poner remite, ha acabado con el sobre perdido en algún lugar del camino. O cogiendo polvo en la casa equivocada. O en la casa correcta. Es igual.

Espero que los discos que he echado hoy al correo llegen sin problemas a su destino, y que sean disfrutados, como una versón moderna de las recopilaciones de Rob Flemming, pero en la época del mp3.

Seguiremos informando.