Después de las violentas y hogareñas tormentas de ayer, pensaba que ya se había acabado la temporada de voley-playa de este año…
Pero no. Esta tarde, después de pasar un rato por la Universidad (más que a trabajar, a hacer unas chapucillas en mi página, que estoy preparando algún cambio…) volvimos a montar la red, a estas alturas del verano ya sin problemas de sitio…
Y entre que empezamos un poco más tarde de lo habitual, y que se nos fue uniendo gente, la cosa acabó prácticamente de noche. Menos mal que en el desafío interdepartamental, nosotros pusimos la red, y los contrarios el balón fosforito. Detalle a agradecer a partir de cierta hora.
Al final: unos cuantos sets, muchas risas, alguna lesión, algún ex-profe jugando con nosotros y fin de fiesta habitual: cervecitas en el Cormorán (local que por cierto, tiene página web y es francamente horrorosa). La vuelta a casa, amenizada con música imposible, mezclando Dire Straits con Gigatrón.
Una tarde divertida.
Seguiremos informando.