Escrito el 11-10-2003

Escuchando: Stardust, de Stephane Grapelli

Hoy me he levantado con ganas de experimentar…. escribo esto desde mi reciénn instalado Linux, en mi portátil…


Y es que ya tení­a yo ganas de hacer el experimento…. al fin y al cabo, yo conocí­ internet gracias a Linux… qué tiempos aquellos, en el aula de informática de la Universidad, con el cclx1 -el ordenador destinado a que nos conectásemos los alumnos- … de hecho, guardo una captura de pantalla que demuestra que mi usuario (uc54) fue el último que permaneció conectado cuando hace algunos años el cclx1 pasó a mejor vida…

Así­ que he nada, he cogido y me he instaldo una Mandrake, en una partición pequeña que tení­a casi sin usar (2,4 GB) y un rato después esto tiene muy buena pinta…

Me estoy dando cuenta de que tengo que configurar mejor el teclado (por alguna extraña razón, mi portátil tiene la distribución de teclas del Español de Costa Rica, no del de España ) pero por lo demás, ha configurado él solito la conexión a internet (luego me pondré a ver si hace lo mismo cuando use el acceso inalámbrico), y estoy escuchando un disco de jazz con un clon del winamp, leyendo los archivos de mi partición de windos. Mola. Y además, es muy bonito…

Por lo demás, poco que contar… sigo devorando páginas de «El Padrino» en cuanto tengo un rato, y ayer me pasé por la Filmoteca a ver una película que me dejó francamente desconcertado . No me gustó, pero tampoco me arrepiento de haberla visto… era muy… muy… extraña.. se llamaba «El principio de la Incertidumbre», y era del portugués Manuel de Oliverira. Muy extraña…

Hoy repetiré, pero para ver algo más normal… una peli de un tí­o al que le cae encima el motor de un avión en vuelo, y a partir de entonces tiene poderes. Creedme, parece mucho máss normal que la de ayer…

Noticia curiosa del día, por llamarlo de alguna forma… leyendo el periódico me sorprende leer que el asesino de la katana quiere casarse. Con una chica que ha conocido después de entrar en la cárcel… lo que me ha llamado la atención es la coletilla que ponen en la noticia: no hay ningún impedimento para que alguien que ha cometido un asesinato reciba el sacramento del matrimonio, por la Iglesia . Con dos cojones. Ahá­. O sea, que una ví­ctima de malos tratos, se separa del energúmeno de su marido (los malos tratos no son razón para conceder la nulidad, claro… al menos gratis), y no se puede volver a casar. No es una persona tan respetable como un cercenador de cabezas samurai psicótico. De puta madre. Este mundo se va al garete. Menos mal que tenemos ahí­ a la Iglesia para poner orden. Regocijémonos. Pero sin aplaudir en el templo, que está prohibido. Amén…

Seguiremos informando…

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