Escuchando: June (Spock’s Beard)
Y así, como quien no quiere la cosa, nos hemos plantado en junio. Un mes odiado por mucha gente (yo entraba en ese grupo cuando había exámenes a la vista), pero que en mi caso, y en este año concreto, tiene muy buena pinta.
Si hablamos del tiempo, la cosa promete. Incluso aquí, hace sol. A ver si este fin de semana hay alguna escapadita para oxigenarse un poco.
Si hablamos de trabajo, siguen saliendo perqueñas cosas interesantes que hacen que me plantee nuevos planes con idénticas estrategias.
Y si hablamos de todo un poco, se puede comentar que durante este mes dejaré de ser veinteañero y lo celebraré, puede que tenga alguna visita, haré un curso de fotografía, iré a un festival en calidad de -espero- fotógrafo, seguiré participando en concursos aunque no gane, se irá gestando alguna fiesta… No, no va a haber mucho tiempo para aburrirse.
Ya que hablaba de mi cumpleaños: ayer tuve mi primer regalo, anticipado, por sorpresa y traído en mano desde el mismísimo London Town. Comprado en Notting Hill, que no se diga. Ya tengo de nuevo en mis manos, por fin, y ahora en versión original, el libro que tanto buscaba. Gracias, mil gracias, qué ilusión. Esto se está conviertiendo en una costumbre, el año pasado me lo regalaron también, aunque de otra forma.
Una pena que con tanto ajetreo lleve mil horas de sueño atrasado. Y no, hoy tampoco va a ser el día para recuperarlas, porque toca concierto. Conciertazo, diría yo.
Seguiremos informando.