Escuchando: El hombre que casi conoció a Michi Panero (Nacho Vegas)
Último día del año. Soy bastante dado a mirar hacia atrás en días como hoy. Y no sé exactamente qué pensar de este año con rima fácil que termina.
Creo que no ha sido un buen año, en general. Lo ha salvado un otoño sin desperdicio, pero vuelve la sensación de estar atrapado en el mismo punto; y además pocas veces recuerdo un resumen anual con tantas catástrofes, humanas, naturales, e incluso personales… alguna ha habido sí. Y si te hice daño, aún lo siento. Y si me lo hiciste, aún duele la herida, cuando cambia el tiempo. Pero no hay remedio para lo irremediable. Mirar para atrás es sinónimo de tener que mirar hacia adelante, ahora.
No sé muy bien qué esperar de 2006. Paso de trazar esos grandes planes que no voy a seguir. Paso de buenos propósitos que no van a durar ni diez días. Paso de preocuparme. 2006 serán, sólo, 365 días, únicos. En nuestra mano está que sean días grises y aburridos, o días a recordar con sonrisas.
Fracasé una vez,
fracasé diez mil,
y aún así alzo mi copa hacia el cielo…
Que tengan todos ustedes un fantástico cambio de año, rodeénse de buena gente y sean felices: son mis planes para esta noche… ¡gracias por estar ahí!
Seguiremos informando. Un año más.