Escuchando: Love is blindness (U2)
Una de las (muchas) cosas que nunca he sabido hacer bien es lo de las fotos en blanco y negro. Porque no, no es sencillo. Por un lado, hay que saber medir a la hora de disparar, imaginándose tonos de gris, e intentando que las sombras tengan detalle.
Y luego, a la hora de pasar la imagen a blanco y negro en el ordenador, la cosa puede parecer sencilla. Se quita el color (pasando a escala de grises, o desaturando) y ya está. Ajustamos brillo y contraste, y listo.
Pero no, no solía convencerme el resultado. Por eso, este fin de semana en Madrid he estado ojeando y hojeando libros, buscando alguno en el que se explicase en detalle la mejor forma de conseguir una imagen en blanco y negro a partir de un archivo digital en color.
Encontré varios libros. El que más me convencía tenía buena pinta, aunque sólo iba explicando algunos ejemplos concretos… además era un libro bastante escueto y a la vez, caro. Solución: la salita de lectura de FNAC. En un rato me lo ventilé, quedándome con unas cuantas ideas para juguetear en casa.
Efectivamente, hay modos más complejos de pasar a blanco y negro. He estado ahora jugueteando un rato con el mezclador de canales, que nunca había usado, y da mucho juego. Aquí os dejo mi primer experimento.
Siempre es divertido tener nuevas cosas que aprender.
Seguiremos investigando.