Escuchando: Lifting shadows off a dream (Dream Theater)
Si ayer me costó levantarme de la cama, hoy ni lo he intentado. Día de fiesta, día de sonoras lluvias, día de efectos resacosos de la noche de ayer, día para por fin dormir la falta de sueño del pasado fin de semana….
He pasado de todo el mundo, he pasado de citas, he pasado del teléfono, y me he quedado entre las sábanas hasta una hora indecente. Hoy no estoy para nadie.
Antes de que alguien me pregunte sobre lo que escribí ayer (aunque ya sabéis que nunca suelo dar más explicaciones, si alguien no entiende algo es que no lo tiene que entender…) voy a aclarar que no hablaba de nadie en particular, sino de un cúmulo de detalles… algo que me dijeron ayer me hizo acordarme de una canción de El Último, de ahí pasé a otra de Manolo García, y me acordé de muchas cosas, que puestas todas juntas y en fila, hacen que, como Manolo, yo sea siempre el último.
Mi nombre también tenía que empezar por M. La verdad es que me gusta esa letra, con sus giros bruscos, inesperados; para trazarla se cambia varias veces de dirección, radicalmente, y al final el resultado es simétrico, es agradable…
Últimamente mi vida es una M. Y la lleno de emes, también, aunque al final me desconcierten, aunque con tanto cambio de sentido, con tanto giro, ya no sé hacia dónde tengo que mirar.
Excepción hecha de una M que un día va a venir de la capital sólo para darme un tortazo para ver si reacciono. Pero creo que ni por esas…
Seguiremos informando…