Lo que plagias hoy

Escuchando: Alone in Kyoto (Air)

Veo poco la tele, y cuando lo hago, una de las cosas que más me suelen gustar son los anuncios. Sí, hay verdaderas obras de arte condensadas en 20 segundos. El último de BMW, por ejemplo, con esos atletas formando la silueta del coche anunciado, es genial…

Claro, que también está el otro extremo. Los auncios lamentables. Esos que si consiguen algo, es ponerme de mala leche, de lo malos que son. Ahí los que siempre suelen ganar son los de Kinder (¿qué comes?; bueno; ¿cómo?; ¿qué?; kinder bueno; ¿cuál?; bueno; ah…), aunque los últimos del caldito Don Simón no se quedán atrás (me entran ganas de estrellarles la taza en la cabeza cada vez que veo uno…)

Otros que suelen hacer anuncios bastante lamentables son los de Pascual. Por si fuera poco con los nombres ridículos que les ponen a sus productos. Por ejemplo: Vivesoy (¿quién cojones pensó que eso era un nombre comercial apropiado? ¿fue lo mejor que encontraron? ¿como sería lo peor?)

Con todo esto, ver un anuncio agradable de Vivesoy podría ser un milagro. Y sin embargo, el último me ha llamado la atención… esa chica con sus auriculares mirando al infinito en un tren… luego colocando un adorno colgado del techo, o sentanda en el suelo escuchando música y mirando la portada del cd… o paseando bajo la lluvia, cruzando la carretera con un paraguas de plástico transparente…

Un segundo… ¿dónde he visto yo antes todo eso?

En fin. Se les tenía que caer la cara de vergüenza. Lost in Translation no se mancilla así como así.

Seguiremos informando…