Escuchando: You can leave your hat on (Joe Cocker)
El sueño de mucha gente es que le den un papel en una película. A mí ayer en la Filmoteca -cortos surrealistas entre llamadas sin respuesta- me dieron muchos; y es que parece que le cogieron el gusto a eso de poner y regalar papelitos y carteles…
A los ya habituales, como el de prohibido introducir comida y envoltorios ruidosos (eso va por ustedes, señores, tráiganse los caramelos pelaos), se añadieron algunos más: la sustitución de una película por otra, el aviso de que la proyección iba a ser en 16mm… o incluso un aviso de última hora que decía: Los cortometrajes «Rain» y «El vampiro» se intentarán dar más adelante ya que las copias que están en nuestro poder son improyectables por el mal estado en que se encuentran las mismas. Pues vaya. Alguna coma no habría estado de más. Y en cualquier caso, eso de dar una película es demasiado coloquial para un aviso de una Filmoteca, ¿no?
Y por cierto. Señora. En el interior de la sala, la temperatura es agradable. Nada que ver con el frío del exterior. Se está a gusto, no hay riesgo de coger un resfriado, no hay corrientes traicioneras. Por eso, y porque queda un tanto ridículo -a pesar de que en una noche de cine surrealista se le pueda permitir-, la próxima vez, hágame caso: quítese el sombrero.
Seguiremos informando…
PD: Gracias Jaime, por adelantarme la noticia. Qué fuerte. Cada vez estoy más contento de haber sido tan precavido.