Escuchando: I want everything (Luna)
Ayer tenía pensado acercarme por la noche a la Filmoteca a ver cosas surrealistas (aparte de las que me pasan de vez en cuando, digo), pero una llamada de última hora me hizo cambiar de idea…
Oye, pásate por el Doménico, que hemos quedado allí, se presenta un corto y lo organiza la madre de no-sé-quién….
No me enteré de quién era no-sé-quién, pero me acerqué hasta el sitio ese… para los que no lo conozcan, es uno de los café-teatros más chulos de Santander… bueno, vale, también es el único…
Una vez allí descubrí de qué iba la cosa: la madre de un amigo presentaba un corto del que era directora, guionista, intérprete, compositora… (además de que había alguna otra cara conocida entre el reparto…) así que acabé sentado en la mejor mesa del local, abarrotado de gente, con una pinta de cerveza y algún que otro canapé. Ya iría a la Filmoteca otro día…
Tras una breve presentación, se procedió a la proyección del corto, Algunos menos iguales. Proyección accidentada, desgraciadamente: el proyector dejaba bastante que desear (era mejor verlo por alguna de las televisiones planas que hay por el local que en la pantalla grande) y lo que es peor, la proyección se detuvo dos veces. Ley de Murphy y todas esas cosas, pero vamos… que con tanto corte, el corto se hizo un largo…
Me habría gustado verlo del tirón, porque así, a saltos, perdió un poco de chispa… Lo que más me gustó del corto: las reflexiones finales, con una fotografía muy bonita, y frases y melodías que se van repitiendo a lo largo del mismo, como hilos conductores de las historias que se van presentando…
En cualquier caso, lo mejor fue el ambientillo de la presentación, con esa divertidísima sesión de preguntas tras la proyección («Mamá, que no…») y las posteriores charlas y divagaciones con amiguetes y la autora, que se prolongaron hasta algunas horas después en una cafetería cercana, hablando de lo humano y de lo divino… en especial de lo primero.
Una noche diferente.
Seguiremos informando…