Escuchando: Love is unkind (Danko Jones)

Estas páginas, estas líneas, siempre acaban siendo un relejo, más o menos fiel, de lo que soy. Y como yo, el resultado es un puzzle formado por piezas de mil colores y formas, por retazos de aquí y de allá, por canciones, por palabras, por recuerdos, por sueños, por imágenes. Todo vale, todo aporta algo.

Sin embargo, las piezas de mi puzzle no son como las de los niños, con formas fáciles de identificar, que sólo encajan en su hueco correspondiente. Tampoco son las piezas de los puzzles para mayores, complicadas pero que con paciencia, buscando formas y colores similares, acaban por encajar, sin fisuras, sin que se note que una vez estuvieron fuera de su lugar.

Y el resultado tampoco es el mismo. Un puzzle una vez terminado nos permite alejarnos y ver una imagen, un dibujo, un paisaje. Un todo. Mi puzzle está lleno de aristas, de cambios bruscos, de singularidades. Desde lejos se ve el mismo caos que desde cerca. Mi caos.

Más que puzzle, lo mío es un collage. Y no sé cuántas piezas debería tener esto, pero siempre tengo la impresión de que falte alguna…

Seguiremos informando.