Escuchando: Scarborough Fair (Chris Kase)
Día aprovechado el de hoy. Madrugando, para trabajar un poco y enseñar los progresos después, al cliente, cafetería y portátil (un Windows 98 emulado en un Mac, pa chulo yo). También me he hecho socio de otro videoclub, y le he pegao un repaso. No tenían la peli que estoy buscando (Pesadilla antes de Navidad, la quiero, tengo mono, me la voy a acabar comprando), pero me he alquilado dos pelis de las que me habían hablado muy bien (ésta y ésta otra).
Por la tarde, más trabajo, y arreglos en el weblog en los ratos libres (ahora comprueba que se pone algún nombre al dejar un comentario). Y después, de concierto. Hace un tiempo me iba a perder por un viaje el concierto del trompetista de jazz Chris Kase. Que no le conocía, pero confiaba en los organizadores, y seguro que iba a merecer la pena.
Al final no me perdí nada, el concierto se suspendió (me imagino que no en consideración a mi ausencia). Sorpresa, al final han conseguido reprogramar el concierto, ha sido hoy, y en lugar de los veintimuchos euros que valía la entrada, hoy ha sido gratis. Por la patilla. Aprovechaban el evento para entregar el premio del Certamen Música Joven, en el apartado de Jazz, y estaba subvencionado por el Gobierno de Cantabria, concejalías, conservatorio… Bravo.
El concierto, inmenso. Al contrario que en otros recitales anteriores, que se tendía más a la fusión, en este caso se trataba de jazz clásico, puro y duro. La versión del Scarborough Fair ha sido sólo una de las perlas de la noche. Una pena que la iluminación dejase mucho que desear (sólo las luces normales del auditorio, con dos músicos iluminados y otros dos en penumbra) y fotográficamente no hubiese mucho que hacer… (al menos sin levantarme del asiento, digo)
Y por cierto, el galardón ha ido a manos de Mario San Miguel, contrabajista al que ya he visto en varias ocasiones formando parte de Pasatta di Sotto. En su breve discurso, ha dedicado el premio, ha dado las gracias a sus compañeros y a todos los que han hecho posible el Certamen y el hecho de que el jazz se haya acercado al Conservatorio y viceversa… y ha terminado diciendo que eso está genial, pero que no todo es teoría y estudio, que hace falta practicar, hace falta tocar, y eso en esta ciudad está mal visto, a los músicos muchas veces se les trata como delincuentes. Necesitamos tocar.
He aplaudido con ganas, sí.
Seguiremos informando.