La tecnología avanza que es una barbaridad. Todavía recuerdo mi primer móvil con cámara (que era externa, un accesorio que se quitaba y se ponía). Hoy en día todo el mundo lleva en el bolsillo un móvil con chorrocientos megapíxeles, con el que va inmortalizando y compartiendo su vida. Yo acabo de cambiar de móvil, y me resulta irónico que la pequeña cámara que incluye tenga más megapíxeles que mi querida réflex.
Ahora bien, si nos ponemos serios ¿realmente es cierto todo lo que nos vende la publicidad de terminales móviles? ¿Podemos definitivamente dejar nuestras cámaras compactas en casa y disparar con el móvil, obteniendo calidades similares? Son preguntas con respuestas complicadas.
[OE]Posiblemente si el móvil que tenemos sea de gama alta, obtengamos instantáneas que puedan compararse con las de las compactas más sencillas. Ahí está la cámara del iPhone 4S para demostrarlo. No olvidemos tampoco que se trata de un terminal que tiene un precio aproximado de unos 700 .
En mi caso, mi móvil nuevo es bastante más humilde, y entre los criterios que he seguido para elegirlo, la cámara ha sido uno de los que menos he tenido en cuenta. Al fin y al cabo, estoy acostumbrado a llevar una pequeña Nikon compacta siempre encima. Sin embargo, el fabricante del terminal (Sony Ericsson) exhibe unas prestaciones bastante golosas para la cámara que incluye. Cito, literalmente:
Cámara de 8,1 megapíxeles con iluminación de la cámara
Sensor CMOS Exmor R para móviles de Sony
Zoom digital de 16 aumentos
Apertura f/2,4
Grabación de vídeo HD (720p)
Función 3D Sweep Panorama
Eso de «iluminación de la cámara» se refiere a la luz LED que ayuda cuando hay poca luz. Más que un flash, es una linterna: se enciende y apaga a voluntad.
Dejando a un lado sus capacidades de vídeo y fotografía 3D (que aún no he investigado con calma), decidí salir a la calle armado únicamente con esta cámara del móvil, para recorrer algunos de mis lugares comunes y probarla sobre el terreno. Las imágenes que acompañan estas líneas muestran los resultados.
Las fotografías tienen buena pinta. No he realizado ningún tipo de ajuste ni de edición sobre ellas, sólo las he redimensionado para publicarlas aquí. Uno de los primeros aspectos que he (re)descubierto es que, sin ningún género de dudas, el zoom digital no sirve absolutamente para nada. Nada nuevo. Un zoom digital no es más que un recorte de una zona de la imagen, reescalado al tamaño original de la foto. Lo mismo que podríamos hacer en casa con nuestro ordenador, pero peor. A continuación, una imagen usando el máximo valor del zoom digital:
Aquí en pequeño disimula algo, pero el archivo original es apenas utilizable. Un desastre. Como comparación, la siguiente imagen muestra esta foto frente a una similar, recortada y ampliada desde el ordenador (a la derecha):
Conclusión: el zoom digital ni tocarlo. No merece la pena. Un consejo que se aplica a mi móvil y a todos los demás, amén de cámaras digitales y demás cacharros que lo ofrezcan como característica. Caca.
Quitando eso, el móvil se comporta bastante bien. El enfoque automático funciona con rapidez, y también se puede enfocar tocando directamente la zona deseada en la pantalla.
Dispone también de un modo de disparo que genera una fotografía panorámica. Para ello hay que ir desplazando el móvil a medida que recorremos la escena. En teoría se encarga de ir tomando fotografías y unirlas en una única imagen. Creo que tengo que cogerle el truco, porque los resultados no me han convencido: poca resolución e importantes distorsiones en cuanto nos fijamos en los detalles:
Vamos, divertido para hacer la gracia, pero poco práctico si queremos ampliar y enmarcar el resultado para adornar el salón.
Con el modo de medición de luz configurado al centro (configuración que suelo utilizar por inercia y defecto) podemos obtener algunas imágenes sobreexpuestas pero en general realiza la medición de manera correcta con luz directa, contraluces, etc.
Y sí, tenemos 8 megapíxeles en una cámara tan pequeña. Ahí es nada. ¿Sirven para algo? No. Y no hablo de que la mayoría de las veces nos sobren (generalmente, las fotos que hagamos con el móvil serán para compartir por Internet, no para imprimir y enmarcar), sino de que un sensor tan pequeño con esa resolución hace lo que puede. La siguiente imagen tiene buena pinta:
No tiene ningún tipo de zoom aplicado. Si hacemos en el ordenador un recorte al 100%, el resultado es este:
No es para tirar cohetes, ni mucho menos. Dejo aquí la fotografía original para quien quiera verlo en detalle.
Por último, hice algunas pruebas más ya de noche cerrada. Fotografías a pulso con el móvil, sin más. No se defiende mal. Esa tecnología Exmo R que anuncian en las especificaciones consigue resultados decentes, sobre todo si usamos tamaños contenidos para las imágenes:
¿Qué conclusiones he sacado de todo esto? Las que esperaba. Que una cifra alta de megapíxeles no quiere decir nada. Que lo del zoom digital es un insulto. Y que para la mayoría de las ocasiones es una cámara más que razonable.
¿Voy a dejar de llevar una cámara de verdad en el bolsillo? No, no lo creo. Cuando quiera alguna foto rápida para compartir en redes sociales, usaré el móvil. Cuando quiera sacar una fotografía como tal, usaré mi cámara, que por sencilla que sea siempre lo hará mejor.
Eso sí, las cámaras de los móviles siempre van a tener una gran ventaja: van a ser las que tengamos más a mano. Y eso nos puede valer para inmortalizar rápidamente un momento que de otra forma se nos escaparía de la vista. No olvidemos que cualquier gran foto se consigue con experiencia, buen ojo, encuadre y don de la oportunidad. Si tenemos en la mano un móvil o una cámara réflex, es secundario.
Seguiremos fotografiando.