Escuchando: Cántabros (Cahórnega)
Me gustaría saber tanto de Historia como mi amigo Pedro. Siempre que uno charla con él, acaba aprendiendo algo. Es de las pocas personas con las que incluso puedo terminar discutiendo sanamente de política, aunque tengamos opiniones enfrentadas muchas veces. Es de ese tipo de personas con las que da gusto arreglar el mundo, con paciencia y unas cañas.
Todavía recuerdo cuando me comentó que se había decidido, había puesto manos a su obra, y estaba escribiendo una novela. Lo que nos contaba del argumento que tenía en la cabeza sonaba muy bien, y el título comenzó a ser una palabra habitual en sus conversaciones: Okela.
Al cabo de un tiempo, Okela dejó de ser algo abstracto para convertise en una carpetilla azul con un montón de folios impresos, los primeros capítulos a modo de aperitivo. Me zambullí con ganas en ellos, y descubrí que daba igual que fuese amigo del autor: conocido o desconocido, aquella historia no podía recibir más que alabanzas. No leí nada más que aquella primera decena de capítulos, me quedé con ganas de más, pero ahora lo agradezco: ayer compré en una librería Okela. Espartanos en Cantabria, y es una suerte tener su historia por explorar. En cuanto termine lo que ando leyendo, me pondré con ella. Anda que no hay ganas.
Después, ocupará un lugar de honor en nuestra pequeña biblioteca. Como tiene que ser, porque hace ilusión ver cómo con trabajo y constancia Pedro ha conseguido cumplir ese pequeño sueño que es ver una novela publicada. Espero que no sea la última. Enhorabuena, de verdad. Te perseguiré con el libro hasta que me lo dediques.
Por lo que leí, por lo que conozco a Pedro, por la pinta que tiene la novela (pueden leer el primer capítulo aquí), no puedo hacer otra cosa que recomendarlo. Novela histórica, persas, espartanos, cántabros buenos ingredientes para pasar un buen rato. No se olviden de buscarlo en su próxima visita a la librería (o por Internet, si les da pereza).
Seguiremos leyendo.