Ayer aproveché el día de sol (frío, pero soleado) para robar un rato a las obligaciones, coger una bici y acercarme a la zona de la bahía de Santander y tomar unas cuantas fotografías con el paisaje nevado al fondo. Y es que aunque por aquí no nieve mucho, tenemos las montañas lo suficientemente cerca como para aportar el toque blanco a la estampa urbana.
Como quería centrarme en ese detalle, en las montañas nevadas, salí de casa con la cámara y sólo una lente, un teleobjetivo. Aprovecharé las fotos que hice (en mi cuenta de flickr he publicado una selección de ellas) para ilustrar de forma rápida el efecto que conseguimos en la perspectiva al utilizar un teleobjetivo.
Un teleobjetivo es una lente con una distancia focal grande. Esto es: un objetivo que nos permite fotografiar objetos lejanos. El mío tiene además zoom, y su distancia focal puede variar desde los 70 hasta los 300 mm. A mayor distancia focal mayor alcance, para entendernos.
Por tanto, para fotografiar desde un lado de la bahía las montañas que se encuentran enfrente, utilicé uno de estos objetivos. Siempre se dice además que los teleobjetivos «comprimen» la perspectiva, mientras que las lentes angulares (el otro extremo, objetivos con una distancia focal muy pequeña) la potencian.
¿Qué significa todo esto? Muy sencillo. Si montamos en nuestra cámara un objetivo angular, los elementos de la imagen aparecerán más separados entre ellos: lo que aparezca en primer plano parecerá muy grande, y el fondo será pequeño y lejano. Un ejemplo: la bahía a través de un angular de 12 mm., como se puede observar en la siguiente fotografía:
Las montañas y los edificios del otro lado de la bahía aparecen lejanos y muy pequeños. Comparemos esta imagen con una de mis fotografías de ayer, tomada en el mismo punto, pero con un teleobjetivo:
El resultado es totalmente distinto. Además de acercar mucho el motivo, el puntal de arena, las casas y las montañas parecen estar muy cerca (de nosotros y entre ellos). Se trata del efecto del teleobjetivo, que comprime la perspectiva y nos muestra todos los planos de la imagen muy cerca unos de otros. En realidad, ni la arena está tan cerca de las casas, ni éstas de las montañas.
¿Curioso, verdad? Por eso, a la hora de fotografiar una escena hay que tener en cuenta qué queremos resaltar, y si queremos que los elementos del fondo aparezcan con mayor o menor importancia, para elegir la lente más adecuada. Todo influye en el resultado final.
Seguiremos fotografiando.