Escuchando: Bookshop Casanova (The Clientele)
Este verano he estado leyendo bastante, hábito que siempre es agradable recuperar. Por eso, aprovecho que se ve allá a lo lejos el final de agosto para recomendar (al igual que hice el verano pasado) algunas lecturas que me han acompañado en los últimos meses, y otras que lo harán en las próximas semanas.
Arrugas, de Paco Roca. Premio Nacional de Cómic 2008, es una breve novela gráfica que habla de forma sencilla, pero directa y muy emotiva, del Alzheimer y de la pérdida de los recuerdos. Una lectura preciosa y muy recomendable, aunque no especialmente alegre, claro.
Botchan, de Natsume Soseki. Fue un regalo de cumpleaños, que disfruté enormemente. Todo un descubrimiento, una novela muy divertida y fresca, algo destacable en una novela publicada en Japón en 1906. Las desventuras de un joven profesor en una remota aldea nipona me acompañaron a principios de verano, cuando yo andaba precisamente de profesor preparando exámenes.
Brancaccio, una historia de la mafia cotidiana, por Giovanni Di Gregorio y Claudio Stassi. Otro regalo de cumpleaños, una breve novela gráfica, de corte duro y directo, que muestra la otra cara de la mafia, la que está alejada de las películas y los mitos y se muestra brutal e implacable en el día a día con la gente más humilde.
La caza del carnero salvaje, de Haruki Murakami. Después de leer Tokyo Blues, me apetece seguir indagando en la obra de Murakami. Esta otra historia tiene un tinte bastante más surrealista, sobre a todo a medida que avanzan las páginas. Me gustó, aunque prefiero el tono cotidiano de Tokyo Blues. Habrá que seguir leyendo más libros suyos.
La felicidad de los ogros y El hada carabina, de Daniel Pennac. El primero lo tenía desde hace años, y lo he releído para continuar así con la segunda parte de la saga. Los he disfrutado muchísimo, estoy seguro de que seguiré leyendo los siguientes volúmenes con la historia de la familia Malaussène, encabezada por el primogénito Benjamin. Si en La felicidad de los ogros trabaja como chivo expiatorio en unos grandes almacenes que se ven sacudidos por explosiones, en el segundo libro se enfrenta a ancianas guerreras, vejetes drogatas, comisarios que enseñan a robar… Un universo privado fascinante, y muy, muy divertido.
31 canciones, de Nick Hornby. Otro libro muy musical de uno de mis escritores preferidos, autor de la genial Alta Fidelidad. Ahora que este breve volumen ha salido en edición de bolsillo, es un momento ideal para hacerse con él. A lo largo de 31 capítulos habla de canciones, de todo tipo, época y género, que han significado algo en su vida. Se trata de un libro más autobiográfico que musical, las canciones terminan siendo excusas para contar anécdotas o recuerdos. Como suele ser habitual con Hornby: lectura recomendable.
Un grito de amor desde el centro del mundo, Kyoichi Katayama. Por simple curiosidad me lo llevé en una de mis visitas a una librería, aprovechando que en formato de bolsillo estaba muy baratito. «La novela japonesa más leída de todos los tiempos» fue una frase que me ayudó en la compra. Error. El libro es un tostón infumable, que a medida que avanza se va haciendo más y más empalagoso. Un folletín romántico, previsible y de recurso fácil, que hace subir el azúcar en sangre. Totalmente prescindible.
Ligeramente desenfocado, de Robert Capa. Por fin se editan en castellano las memorias que escribió el fotógrafo Robert Capa durante su trabajo en la Segunda Guerra Mundial. Divertidas, apasionantes, cínicas, históricas… sus páginas, salpicadas con abundantes imágenes, son imprescindibles para cualquier aficionado a la fotografía o a la historia. Su narración en primera persona del desembarco de Normandía, por ejemplo, es una delicia…
20 cuentos de cine, varios autores. Un regalo de la cafetería de FNAC en Bilbao, con pequeños relatos relacionados con el mundo del cine, por un montón de autores de primera fila. Ya sólo por leer algunas páginas de Cabrera Infante o Millás merece la pena. Algunos de los cuentos me han parecido demasiado densos, pero en general se disfruta mucho entre recuerdos de viejas salas y películas clásicas. Relación calidad-precio insuperable, claro.
Entre las lecturas que me reservo para los próximos días están las adquisiciones en la Feria del Libro Viejo de Santander:
Asfixia, de Chuck Palahniuk. Porque ya va siendo hora de leer algo suyo, y encontrarse este libro a muy buen precio es la mejor de las excusas.
En picado, de Nick Hornby. Uno de sus últimos libros, estoy seguro de que no me va a defraudar. Cuatro suicidas coinciden en lo alto de una torre en Nochevieja…
Equivocado sobre Japón. El viaje de un padre y su hijo, de Peter Carey. Compra totalmente impulsiva, culpa de un diseño exterior muy llamativo y un argumento especialmente atractivo: el autor viaja con su hijo de 12 años a Japón, país con el que crío está obsesionado. Guiados por un adolescente japonés, intentan descubrir el Japón real, así como adentrarse en los secretos del manga y el anime. Si además en el primer párrafo hablan de El verano de Kikujiro, para qué quiero más.
Ahí queda eso. Felices lecturas. Seguiremos informando.