Escuchando: Mouse (Chroma Key)
Estas últimas semanas he intentado exprimir un poco mi agenda para poder dedicar ratos al vicio de la lectura. Estos son los últimos libros que he leído:
Un día de colera, de Arturo Pérez-Reverte. En su día devoraba sus libros, luego me saturó un poco, pero descubrí hace poco El pintor de batallas y me gustó bastante. Este día de cólera (su narración sobre los acontecimientos del 2 de mayo de 1808) me lo han prestado, y también me ha dejado buen sabor de boca. Vaya por delante que no soy un gran conocedor de los detalles de aquel día, pero este relato me ha parecido un acercamiento interesante. Ofrece una avalancha de datos y nombres superior al de una novela al uso, pero consigue hilar muchas pequeñas historias en un libro que se deja leer con sorprendente agilidad. Lo mejor, su manera de desmitificar la guerra, cualquier guerra, como apuntó ya con El húsar, su primera novela.
Maus, de Art Spiegelman. Una incursión en un género que había abandonado con la infancia, el cómic. Este volumen, eso sí, no es un juego de niños, todo lo contrario. El único cómic hasta la fecha con un premio Pullitzer narra las memorias de un superviviente de Auschwitz, con mucho menos azúcar y encanto que los best-sellers con pijama de rayas, pero con un recurso narrativo altamente original; así, los judíos aparecen en la historia como ratones, mientras que los nazis son dibujados como gatos. Un relato crudo, inteligente y escalofriante que más que leerse, se devora. Imprescindible.
El asombroso viaje de Pomponio Flato, de Eduarzo Mendoza. Junto con Millás, es uno de mis escritores preferidos de este lado de la frontera. Creo que pocas novelas suyas me quedan por leer (Una comedia ligera, básicamente) y éste es su último libro, una incursión en la novela histórica al más puro estilo de La vida de Brian. Prefiero no dar muchos más detalles, y recomendarlo, directamente. Arranca más de una carcajada. Está dos puntos por encima de Horacio Dos, y uno por debajo de Gurb.
Este fin de semana empezaré algún libro más, que tengo algunos prestados por casa. Puede que aterrice en Mundodisco, o en la Barcelona de El juego del Ángel (a ver si se merece todo el revuelo que ha causado…)
Seguiremos leyendo.