Siempre quedan habitaciones en el Hotel Infinito

Escuchando: 2+2=5 (Radiohead)

Hace unos días pasaba por delante del quiosco de la esquina de mi calle, cuando algo me llamó la atención. Entre tanta oferta de lanzamiento y colección absurda, me encontré con el primer tomo de una serie de libros sobre matemáticas. Y el título me resultaba familiar, muy familiar.

Fui a casa, y me puse a buscar entre mis viejos libros, y encontré lo que buscaba. Inspiración Ajá, de Martin Gardner, es un librito lleno de historietas, acertijos, adivinanzas y juegos matemáticos con el que he crecido. No recuerdo cuándo apareció por casa, supongo que lo heredé de alguno de mis hermanos, pero pronto se convirtió en un pasatiempo recurrente. Lo leí un montón de veces, y es raro que no haya encontrado entre sus páginas alguna hoja con los centenares de ecuaciones que escribí intentando resolver alguno de sus problema.

Así fue mi infancia, y a pesar de ello me he convertido en una persona normal [toses y risas disimuladas en la sala].

El libro de la colección del quiosco no era ese, sino otro con título similar: ¡Ajá! Paradojas que hacen pensar. Una vez comprobado que se trataba de un volumen distinto, no pude resistir la tentación de volver al quiosco a comprarlo.

Pero no me lo pusieron fácil. Resulta -como poco- surrealista ir de quiosco en quiosco preguntando por un libro de matemáticas, y encontrarlo agotado en todos ellos. Al final, lo encontré y sólo tuve que señalar con el dedo: la quiosquera estaba leyendo uno idéntico.

Por cuatro euros, merece la pena hacerse con el libro. Sobre todo si se tienen ganas de pensar un poco. Que no pasa siempre.

Seguiremos leyendo.

Septiembre

Escuchando: A return to the sea (Piano Magic)

-Abríguese, viejo -dijo el muchacho-. Recuerde que estamos en septiembre.

-El mes en que vienen los grandes peces -dijo el viejo-. En mayo cualquiera es pescador.

Feliz Día del Libro

Escuchando: Wrapped up in books (Belle & Sebastian)

Seguramente hoy me compre algún libro, es tradición. A pesar de que aún tengo unos cuantos por leer en casa, y de que los que hojeo más a menudo últimamente tiene por título algunas siglas de programación, seguiré añadiendo volúmenes a la colección. Aunque tenga menos tiempo, intentaré encontrar siempre un hueco para dedicarlo al vicio de la lectura.

Donde esté un buen libro, que se quite la tele. Vale, ver la televisión es gratis, pero leer también: para algo están las bibliotecas… o la gente que va olvidando libros por ahí.

Yo hoy me voy a olvidar unos cuantos libros por Santander. Soy un despistado. Van a ser algunos de mis libros preferidos. Qué suerte para el que se los encuentre…

Felices lecturas, seguiremos informando.

Es con jota

Escuchando: Clean (Incubus)

Lo más curioso es que a un par de metros había otro cartel, con peor caligrafía aún, mensaje similar, pero con la lejía escrita correctamente.

Niños, no intenten esto en sus cuadernos.

Seguiremos informando.

PD: Feliz día.

El ladrón de columnas, en cuerpo y prótesis

Escuchando: Been caught stealin’ (Jane’s Addiction)

Noche teatral la de hoy. Anda que no tenía ganas. Voy poco al teatro, por lo que cada visita la espero con ganas. Pero además la obra de hoy era especial. El ladrón de columnas es una adaptación teatral de textos periodísticos del (para mí) genial Juan José Millás.

Ha estado muy bien. La escenografía la he encontrado extraña, demasiado en algunas ocasiones, pero a rasgos generales ha sido un excelente acompañamiento para las certeras palabras del autor.

Además, me han devuelto también hoy un libro al que le tengo especial cariño. Cuerpo y prótesis es un volumen que recopila una serie de artículos periodísticos de Millás, alguno de los cuales ha aparecido en la obra de hoy.

Ese libro tiene, en concreto, un texto que me encanta. Además, recuerdo que lo leí por primera vez durante una sobremesa soñolienta en la playa, por lo que no me costó ponerme en situación.

En crispados tiempos de crispante crispación, bienvenido sea el humor inteligente.

Seguiremos leyendo.

PD: bola extra, articuentos.

Ébano

Escuchando: Africa (Toto)

Hay libros que acaban teniendo historia propia.

Fue hace años, estaba de visita en casa de un amigo en Toulouse, cenando en su casa; sobre la mesa del salón había un libro que me recomendó con entusiasmo.

Tiempo después, de vuelta ya en Santander, pasé por un quiosco y vi allí ese libro. Lo compré. Y lo uní a mi habitual pila de tomos pendientes de leer. La casualidad quiso que en uno de mis siguientes viajes a Toulouse por trabajo, acabase llevando ese libro, precisamente. Estuve un fin de semana sólo por allí, y me acompañó en paseos, me encontré con amigos mientras lo leía, y terminé hablando sobre él con algún camarero de Le Sherpa.

El año pasado, aquel amigo que me recomendó el libro en Toulouse me regaló un ejemplar, con su dedicatoria, por mi cumpleaños. Así que ahora tengo dos. El que viajó conmigo se lo presto a quien tenga curiosidad. El otro, el que me regalaron, no sale de mi casa.

El libro es Ébano, una maravillosa visión, humana y alejada de tópicos, de África. Narrada por alguien que ha vivido allí, que ha trabajado como periodista y corresponsal, que se ha empapado de su Historia y de las pequeñas historias de sus gentes, ha descubierto sus grandezas y compartido sus miserias.

Su autor, ganador del Premio Príncipe de Asturias, es Ryszard Kapuscinski. Me gustaría recomendar toda su obra, pero no puedo: sólo he leído Ébano. Por el momento. Me basta, eso sí, para sentir un inmenso respeto por alguien capaz de escribir, de transmitir, con tanto acierto, ingenio y humanidad.

Ryszard Kapuscinski nos ha dejado esta semana, a los 74 años de edad.

Sirvan estas líneas como pequeño homenaje.

Merienda en el tejado

Escuchando: Wrapped up in books (Belle & Sebastian)

Que tú estás aquí,
que existe la vida y la identidad,
que prosigue el poderoso drama
y que tú puedes contribuir con un verso

W. Whitman

Santander es lo suficientemente pequeño como para que la apertura de un nuevo local en la ciudad llame la atención. Y más si se trata de un rincón especial.

Santander tiene nueva librería. Empezando por su nombre, todo parece especial. Merienda en el tejado. La decoración está cuidada hasta en los más pequeños detalles, desde los versos con letras de Scrabble en el escaparate, hasta las escaleras que comunican sus dos plantas. Un sitio que invita a entrar. Algo que hice ayer, encantado (sobre todo porque salí de allí con un regalo, pequeño y genial)

No se trata de una librería al uso. La planta inferior tiene (preciosos) libros para niños, unos cuántos cómics, un trenecito, cojines en los que sentarse… por lo que tengo entendido, pretenden hacer sesiones de cuentacuentos y actividades por el estilo. Desde luego, el lugar parece perfecto para ello.

La planta superior, más pequeña, está dedicada a libros y publicaciones sobre arte: arquitectura, pintura, fotografía, diseño, interiorismo…

Súmese un buen disco de jazz para ambientar, un trato muy amable, y se obtiene un rincón con mucho encanto.

Más detalles: las preciosas bolsas, y envoltorios, en los que añaden, cuando compras, un sello con unos versos. Ya digo: todo cuidado al detalle.

Desde luego, bien merece una visita. Ojalá una iniciativa así salga adelante, se trata de algo bastante especializado, y en nuestra ciudad el sector está cubierto por un par de librerías de toda la vida con varias tiendas cada una, y el omnipresente Corte Inglés. Pero en ninguno de estos sitios se respira tanto a libro como en este tejado tan especial.

Seguiremos informando.

¡Avance de la vigésima tercera edición!

Escuchando: Virtuality (Rush)

Lo dice el diccionario de la RAE:

internet.
1. amb. Inform. Red informática mundial, descentralizada, formada por la conexión directa entre computadoras u ordenadores mediante un protocolo especial de comunicación.
ORTOGR. Escr. t. con may. inicial.

Así que ya podemos hablar de internet e Internet con toda propiedad. Qué menos, no es una palabra tan fea, no tanto al menos como otros engendros admitidos por la academia en ediciones anteriores (cederrón, por ejemplo).

De todas formas, yo este diccionario nuestro lo consulto siempre con gesto de escepticismo (y una ceja visiblemente levantada) desde el día en que descubrí que habían admitido almóndiga. Sic. Miedo me da que en su siguiente edición (que será la 24, porque los ordinales están tan, tan pasados de moda), nos encontremos algo similar a lo de la foto (real, de este fin de semana, por cierto)

Seguiremos limpiando, fijando, y dando esplendor.

PD: Tuesday, Wednesday stay in bed