Todo está hecho para romperse

Escuchando: Iris (Goo Goo Dolls)

When everything seems like the movies
You bleed just to know you’re alive

And I don’t want the world to see me
Cause I don’t think that they’d understand
When everything’s made to be broken
I just want you to know who I am

Mi cámara Lomo

Escuchando: Smiling to camera (Second)

En mi relato del pasado fin de semana, había dejado caer algo sin explicarlo mucho. Era ésto:

No resisto la tentación de comprarme otra cámara. De carrete.

Ha llegado el momento de aclararlo. Es cierto: tengo otra cámara, y es de carrete, no digital.

Podría decir que añoraba esa sensación de recoger el sobre con las fotos, y descubrir si han salido bien o mal, mientras se recuerda el momento inmortalizado. Podría decir que había oído hablar del tipo de cámara que me he comprado, y que siempre me había parecido algo divertido y original.

Podría decirlo y sería cierto. A medias. Porque la realidad es que me he comprado la cámara, básicamente, porque mi vecina del ártico me ha picado. Así, tal cual. Y claro, a uno le cuesta resistirse cuando atacan donde duele.

Me he comprado una cámara Lomo. En concreto, una Supersampler. Es muy peculiar, parece de juguete. Totalmente mecánica, no tiene flash, ni usa pilas, ni nada. De hecho, para pasar la foto hay que tirar de una cuerda con una anilla. Tal cual.

Eso sí, tiene 4 objetivos en serie, y en cada disparo toma 4 instantáneas espaciadas durante 2 segundos y lo junta todo en el mismo fotograma. Como en la foto de arriba. Da mucho juego, es muy divertido, se pueden hacer barridos, mover la cámara, fotografiar orbjetos en movimiento…

De momento, he hecho pruebas con el carrete que venía con la cámara, aunque han salido todas las fotos tirando a oscuras (sólo he podido disparar en días nublados). Hoy me he comprado carretes más acordes a la cámara y a mis intenciones, y la cosa promete. Me lo voy a pasar muy bien la semana que viene en Roma.

Sí, lo sé. Soy un caprichoso. Nunca lo he negado. De hecho, no descarto (preveo, más bien) adquirir en breve alguna cámara más.

Seguiremos lomografiando.

PD: Para los curiosos, unos pocos datos técnicos. Lleva 4 lentes de 24mm, con distancia de enfoque entre 0,2 metros e infinito. La velocidad de obturación es fija: 1/100 segundos. No tiene ningún tipo de visor (bueno, sí, uno totalmente simbólico). Y los 4 disparos se pueden hacer durante 2 segundos, o durante 0,2 segundos, a elegir. El resultado: técnicamente discutible, pero con una estética muy particular. Me gusta, mucho.

Y ahora invéntate un círculo

Escuchando: El ojo espejo (Maga)

Ésta es una de las fotos que más me gustan de las 86 nuevas. Sí, ojo espejo se ha actualizado. Aún no están todas las que tengo en la recámara, pero prefiero ir actualizando poco a poco.

En el apartado ciudades he puesto ya algunas de las del viaje por Cádiz. Pero quedan muchas más, me he quedado sólo en las del primer día, quedan las mejores. Próximamente. En la sección de fotos marinas no hay muchas novedades: sólo tres fotos. En miscelánea sí que hay algunas más, incluyendo la que adorna estas líneas.

En el apartado de música tampoco hay muchas novedades, tengo pendientes las fotos de los conciertos de Juvecant de estas navidades. Pero eso será en la próxima entrega. En retratos hay alguna foto que me gusta mucho, y en naturaleza está el resultado de un otoño lleno de excursiones.

En fin. Me gustan, estoy orgulloso de muchas de ellas. Eso sí, como siempre, las mejores fotos son las que quedan por hacer.

Seguiremos fotografiando.

PD: Mi iPod ha tenido a bien elegir la canción adecuada para este mensaje. Sin trampa ni cartón. Qué cosas.

Chema Madoz

Escuchando: Camerado (Mark Knopfler)

Como este fin de semana estuve fuera, la prensa dominical la he leído unos días después. En el suplemento del domingo me he encontrado un interesante artículo sobre una exposición de Chema Madoz en Madrid. Y como este fin de semana vuelvo por allí, va a ser una de las paradas imprescindibles del viaje.

Hay fotógrafos que pueden gustar, que pueden llamar la atención. Y luego está Madoz. Si alguien ve una sola de sus fotografías, no la olvida; y reconoce al instante cualquiera de sus otros trabajos.

Personalmente, creo que Chema Madoz es más que un fotógrafo. En la época de la fotografía digital, está en nuestras manos poder retocar fácilmente nuestras imágenes. Él, en cambio, retoca la realidad, y después saca la fotografía. Su particular forma de observar los objetos cotidianos transforma su trabajo en poesía. Y en escultura, porque muchos de sus montajes -creados sólo para ser inmortalizados con una cámara con los mismos años que el fotógrafo- podrían estar perfectamente en un museo.

Chema Madoz 2000-2005 es la exposición que recoge sus últimas obras, y se puede visitar en la Fundación Telefónica de Madrid. Yo lo haré.

Seguiremos informando.

PD: Disfruten con el artículo, y sobre todo, con la página web de Madoz.

Historia de una fotografía en 30 segundos

Escuchando: Fade away (Texas)

Apenas he hecho fotos en Alcalá. No he tenido tiempo, tampoco estaba muy inspirado; aún así, ayer antes de la cena me escapé un momento con todos los trastos. Acabé en la Calle Mayor, delante de la casa donde nació Cervantes. Unas esculturas del Quijote y Sancho Panza adornan la entrada.

Me planté allí con cámara y trípode. Tiré algunas fotos, normalitas. Y decidí probar algo distinto, a ver qué salía. Preparé la cámara para que tomase la siguiente foto durante 30 segundos. Le dí al disparador.

Click.

En esos 30 segundos, aparecieron dos chicos y dos chicas. No se fijaron en mí. Ellas se sentaron entre las dos esculturas, y posaron. Ellos hicieron un par de fotos con su cámara. Ellas se levantaron, y se fueron con ellos. Y desaparecieron.

Click.

Seguiremos fotografiando.

¿Quién soy?

Escuchando: Si te vienes conmigo (Manolo García)

Sí, ésta era la pinta que teníamos el sábado por la tarde, después de estar toda la ídem pegándonos bolazos de pintura. Nunca lo había probado. Es muy divertido. Pero cansado. Tengo las piernas como postes de teléfono, hoy. Duras y con calambres.

La foto es cortesía de la que fue nuestra monitora. Podría llenar líneas y líneas hablando bien de ella, pero tampoco es plan. Qué mona, qué maja, qué simpática. Casi hablamos tanto de ella como de Chuck Norris.

El resto del fin de semana ha estado bien. Risas, tapas, comilonas, cañas, copas, y algún que otro percance. Yo acabé siendo de los moderados. O inmoderadamente moderados. O moderadamente inmoderados, o inmoderadamente inmoderados. Que me lo tomé con calma, vaya.

Seguiremos informando.