Estoy como ausente

Escuchando: Hi to the next time (Love Of Lesbian)

Esta semana ando por aquí, escuchando algunas cosas interesantes, otras un poco más aburridas, repartiendo acreditaciones, vales de comida y libros, conociendo gente de muchos países (qué ojos, la noruega, oiga) pero sin conexión a Internet a mano; por eso no actualizo estas páginas tanto como debiera.

Perdonen las disculpas.

Seguiremos aprendiendo.

Y una mano que no tiembla

Escuchando: El palo pinto (Cahórnega)

Que no me gustan las bodas es algo que ya he contado alguna vez. Ahora bien: algunas sí; hay días en los que uno hace excepciones con risas, sonrisas y mucha alegría.

Ayer fue una de esas ocasiones. Nuestros amigos querían tener una boda especial y diferente, y lo consiguieron. El planteamiento ya era bueno: la boda se celebró en uno de nuestros pueblos más bonitos y llamativos. La casa donde se celebró la fiesta es de auténtica postal. El buen tiempo se hizo de rogar, pero apareció y nos dejó una tarde de foto. No hubo tampoco fotógrafo al uso: fui yo el encargado de hacer un reportaje al que estoy seguro que un profesional pondría mil pegas, pero del que fue un placer hacerse cargo: supliendo los medios con guiños, lo tradicional con lo entrañable.

Y la verdad es que me gusta el resultado. Sí.

Pero no sólo hubo fotos, claro. Ni mucho menos. Hubo una novia espectacular y un novio radiante. Hubo cántabros, hubo yeclanos, un asturiano, dos valencianos, un inglés y algún madrileño. Hubo música, cantos, gaitas. Hubo niños, hubo bromas, hubo sí, quiero. Hubo cortejo de los novios por medio pueblo, hubo cocktail, hubo barril de 100 litros de sidra. Los novios cortaron la tarta con una espada tradicional cántabra, y a ritmo de Romeo and Juliet. No hubo vals: hubo folk, y el palo pinto ya es, definitivamente y sin remedio, una canción que nos emociona.

En los bailes, en lo musical, hubo de todo, claro. Y la verdad es que nos mantuvimos bastante alejados de la pista durante gran parte de la tarde. Pero el fin de fiesta fue nuestro, sin duda. Un poco de buen pop español acabó con la mesa nueve dándolo todo.

En fin. No hacía falta más que veros, además, para comprobar que lo pasáteis tan bien como nosotros, o más. Gracias, gracias por compartir así un día tan especial.

Seguiremos informando.

Bodas, bautizos y vacaciones

Escuchando: Summer (Mogwai)

Parece que el fin del verano se precipita en forma de celebraciones. Mañana toca boda (abultarán más las cámaras que yo) y la próxima semana bautizo. Y con eso habremos llegado ya a septiembre.

Se acaba el verano, pero no pasa nada, no ha estado nada mal aprovechado, y si el otoño que llega es la mitad de bueno que el pasado, ya estoy deseando que empiecen a caer hojas.

De todas formas, el equinoccio se celebrará por todo lo alto, y por todo lo verde. Se están ultimando los detalles de un viaje que tiene muy, muy, pero que muy buena pinta.

Seguiremos informando.

PD: Aprovecho para felicitar, una vez más, a mi vecina. La del ártico, claro.

Caperucita feroz

Escuchando: Sweet child o’ mine (Guns N’ Roses)

Gran, gran película la que fui a ver ayer. Hard Candy. Una de esas historias que hacen que uno se remueva incómodo en el asiento, con tensión de principio a fin. Bonus de sudores fríos para el sector masculino de la sala, garantizado.

Una pena que casi al final de la película, en uno de los momentos más interesantes, la ¿angelical? protagonista se pusiera a hablar con voz de Darth Vader, momentos antes de que se interrumpiese la proyección por problemas técnicos. Afortundamente sólo duró unos minutos y pudimos disfrutar del final de la historia.

Eso sí, a ver si la siguiente película que voy a ver a ese cine no está relacionada, otra vez, con lo mismo.

Seguiremos informando.

¿Y de beber? Albóndigas

Escuchando: Say what you want (Texas)

Unas cañas, mejillones (a euro), un percance, partes. Una bicicleta que quería ser moto. Fotos, desvíos que se pasan, 13 a la mesa. Regalos. Muchos platos de cocido, un par de ellos de alubias con venado. Segundo plato. Postres, paseos, fotos arbóreas, frío. Un álbum de bodas. Una bolera. Más fotos. Noche.

Un domingo de reencuentros.

¿Tienes algo de Placebo?

Escuchando: Good Friday (CocoRosie)

Lo de ayer no fue un viernes, fue una gymkana. Tal cual.

El concierto de No Romance estuvo muy bien, a pesar de que esa sala de exposiciones no esté pensada para estas cosas. Aproveché para ver las fotos expuestas allí, sobre el pasado Summer Festival. [modo políticamente correcto ON] No me gustó mucho [modo políticamente correcto OFF]

El concierto de Simple Minds estuvo muy bien, aunque sólo me sonaban un par de canciones. Poca gente, muchas invitaciones, pero mucha animación. Jim Kerr (que no, ¡no es el pelirrojo! esos son Simply Red, tres o cuatro veces lo he tenido que aclarar esta semana) tiene ya sus años, pero se mantiene en forma. Ah, y da gusto encontrarse con gente tan maja como la responsable de prensa de la organización. Ole por ella.

La noche terminó en nuestro bar habitual, cuando llegué había bastante gente y muy buen ambiente, así que en lugar de pinchar la música tranquilita que llevaba medio preparada, improvisé (no sin mi iPod) algo más acorde. Me lo pasé muy bien, y además acabé recibiendo una visita sorpresa que fue toda una agradable ídem.

Pues sí. Un buen viernes.

Seguiremos informando.

El queso de Gruyere no tiene agujeros

Escuchando: Down in a hole (Alice In Chains)

Mi agenda, a veces, tampoco.

Mañana, un viernes tranquilito…

A las ocho, exposición de fotos sobre el Santander Summer Festival (las mías no, otras…) y concierto de unos amigos: No Romance.

A las diez, concierto de Simple Minds. No tengo entrada, pero sí un pase para hacer fotos durante los tres primeros temas.

A las once: nueva sesión de buena música en nuestro club. Yo me incorporaré a pinchar en cuanto termine con las fotos del concierto.

Y a las tres… cerramos nuestro club, y nos vamos a cerrar otro.

Lo dicho: un viernes para descansar.

Seguiremos informando.