No es suficiente

Escuchando: Far cry (Rush)

Estos días los tengo usurpados por ocupaciones y deberes, tan monótonas unas y aburridos los otros que no dedicaré ni una sola línea a hablar de ellos. Baste decir que en breve espero poder recuperar mis trocitos de tiempo libre para prodigarme más -en tiempo y en espacio- por estos rincones.

Seguiremos informando.

PD: Sorpresa del día. Los genios han vuelto.

Donde los jóvenes mueren antes de tiempo

Escuchando: Lejos de la gran ciudad (La Habitación Roja)

Leído ayer en El Diario Montañes:

«¿Quizá tenga más fuerza la opinión de una señora al que le molesta el ruido los sábados por la noche que las de cientos de jóvenes que salen a divertirse como en el resto de ciudades de España? ¿Quizá valga más una comunidad de vecinos del Sardinero que la opinión de gente que quiere divertirse en su semana grande al igual que lo hacen en Bilbao en su Aste Nagusia o en Pamplona en los San Fermines? ¿Tendrá algo que ver esa mentalidad cerrada de este chico es un poco ‘rarito’ porque viste así o se besa con alguien asá? ¿Hablamos de cultura destinada a los jóvenes o nos quedamos con los conciertos de El Consorcio en la Plaza Porticada?»

Se trata de un extracto de esta carta al director, sin desperdicio. No puedo estar más de acuerdo. En ocasiones, opiniones y voces jóvenes como ésta dan frescura al periódico. Otras veces demuestran que aunque no todo está perdido con la juventud de hoy en día, hay casos concretos en los que sí. Sin remedio. Ni siquiera un periódico de pueblo como el nuestro se merece una página como ésta. Flaco favor les hace. Otra vez.

En fin. Qué ciudad. Seguiremos informando.

PD: La foto es del Santander Summer Festival, de su primera edición.

Pub, club, y a dormir

Escuchando: The world was a mess but his hair was perfect (The Rakes)

Si mañana se pasan por el bar de las chapitas, entren a saludar: estaré por allí poniendo moderneces de esas que tanto nos gustan.

[ANDN Club, en el Pub Metropole de la calle del Carmen -o del Sol-, desde las 11 de la noche a las 3 de la mañana.]

Seguiremos informando.

Gran ola de fuego

Escuchando: Beauty on the fire (Natalie Imbruglia)

Este fin de semana ha terminado nuestro Año Jubilar Lebaniego, por todo lo alto: tres espectáculos en otras tantas localidades cántabras.

El del viernes, en Torrelavega, parece ser que estuvo muy bien. El sábado era el plato fuerte, por los autores y por el lugar elegido, pero el espectáculo de La Fura del Baus terminó como el rosario de la aurora, y casi a la ídem. Menos mal que ni intenté ir.

Ayer fue el turno de Santander, con unos fuegos artificiales. Dicho así puede sonar a más de lo mismo: cada vez que hay fiestas en la ciudad, el ayuntamiento nos deleita con un espectáculo pirotécnico que, un poco más acá, un poco más allá, más largo o más escueto, viene a ser bastante previsible.

Pero no, nada que ver. Lo que vimos ayer en la bahía jugaba en otra liga. El espectáculo corría a cargo de Groupe F, encargados de la ceremonia de clausura de los últimos juegos de Atenas. No sé cuánto habrá costado lo de ayer. Estoy seguro de que hemos (pagaba el gobierno regional) quemado (literalmente) mucho dinero. Pero qué carayo, han sido los fuegos artificiales más espectaculares que ha visto esta ciudad en toda su historia.

Barcos recorriendo la bahía a toda mecha (estoy sembrao) lanzando cohetes, una isla envuelta en fuego, la impresionante aparición de la playa del Puntal iluminada, la espectacular sincronización, el colorido de los fuegos… Impresionante. Una pena que el viento empujase el humo hacia el lado equivocado, lo que restó algo de vistosidad. Pero aún así, para quitarse el sombrero.

Seguiremos informando.

PD: Aquí, unas fotos más para el recuerdo.

Feliz Día del Libro

Escuchando: Wrapped up in books (Belle & Sebastian)

Seguramente hoy me compre algún libro, es tradición. A pesar de que aún tengo unos cuantos por leer en casa, y de que los que hojeo más a menudo últimamente tiene por título algunas siglas de programación, seguiré añadiendo volúmenes a la colección. Aunque tenga menos tiempo, intentaré encontrar siempre un hueco para dedicarlo al vicio de la lectura.

Donde esté un buen libro, que se quite la tele. Vale, ver la televisión es gratis, pero leer también: para algo están las bibliotecas… o la gente que va olvidando libros por ahí.

Yo hoy me voy a olvidar unos cuantos libros por Santander. Soy un despistado. Van a ser algunos de mis libros preferidos. Qué suerte para el que se los encuentre…

Felices lecturas, seguiremos informando.

Un fin de semana en la ciudad

Escuchando: Stay (Lazy)

Había dejado esto abandonado unos días; no puede ser, que a este paso se van a extrañar ustedes de que escriba… tanto tiempo, es normal.

Pues es que estaba aquí solo, y me había puesto a descansar. Ha sido una semana larga, llena de pequeños contratiempos, de zancadillas de Murphy, de pequeñas preocupaciones, de mucho trabajo. Una de esas semanas en las que se desea con todas las fuerzas que llegue el viernes.

Y ya está aquí, ya ha llegado. Yo me he dado cuenta tarde, me he dormido un poco esta mañana. Es lo que tiene ir a conciertos los jueves por la noche. Concierto, por otra parte, que necesitaba para descargar un poco de adrenalina, y para volver a ver sobre el escenario a unos amigos. Grandísimo final. Si los Pink Floyd se hubiesen fumado unos porros con los Beatles, ya puedo imaginar cómo sonaría el resultado.

El fin de semana traerá algo de trabajo, pero también la visita a nuestro bar, alguna película, quizás una partida con unos amigos, puede que un domingo de sol, incluso algo de espectáculo.

Y el lunes podré empezar la semana con las baterías totalmente recargadas.

Seguiremos informando.

PD: Estamos en tiempos de ahorro energético, y siempre he estado en contra de la contaminación lumínica. Por tanto, me parece fatal que los príncipes alumbren, sabiendo que no va a ser de bajo consumo.

¿Quieres mirar la lavadora comigo?

Escuchando: Don’t save us from the flames (M83)

Es una película sencilla, de esas que uno agarra en la estantería del videoclub sin saber por qué. Y que luego resulta ser una historia bonita, un poco triste, con actores desconocidos, a veces con demasiada estética de videoclip, pero con una banda sonora fantástica. Quien diga que no se hace buen cine en este país, es porque no elige las películas adecuadas.

Seguiremos informando.