Escrito el 23-05-2004

Uno se pone a pensar y la vida tiene sus ironías. La reunión que he tenido esta semana en Rennes, en un principio se iba a celebrar en Tel-Aviv, porque una de las empresas participantes en el proyecto es israelita, y nunca la teníamos en cuenta como destino a la hora de organizar las reuniones…

En su día se dijo que se hacía en Israel, pero luego estuvo al ambiente un poco tenso por aquellos lares y se decidió, tras algunos mails un tanto tirantes, que se haría en un país un poco más tranquilo, alguno de los otros paísas participantes en el proyecto: Grecia, España o Francia… (y al final fue en Rennes…)

Pero digo que es irónico, porque desde entonces, nosotros hemos tenido nuestro 11M, en Atenas les han colado bombas en comisarías, y hoy ha habido un accidente en el aeropuerto de París en el que estuve yo el lunes y el miércoles. Se ha caído el techo de una sala de espera encima de una pasarela de embarque y han muerto al menos 5 personas…

Después de cosas como estas, uno llega a la conclusión de que hay sitios más peligrosos que otros, pero si te tiene que tocar, te toca donde sea, en el país que sea. O te cae un tiesto al salir de casa. O, como ha sido el caso, alguien que hace menos de un año visitaba a mi abuela en el hospital, acaba de manera inesperada y fulminante, en la habitación de al lado, con el mismo triste final.

Visto lo visto lo mejor es evitar en lo posible perder el tiempo haciendo planes para mañana y pasado mañana, y disfrutar de lo que tenemos hoy. Carpe diem. Seize the day. Yo lo intentaré…

Y de paso procuraré decir siempre lo que pienso. Y pensar más rápido para que no me pase lo de siempre. Que cuando me vienen las palabras a la cabeza, y me vuelvo a girar para decirlas, lo único que encuentro es otra espalda.

Seguiremos informando…

Escrito el 22-05-2004

Por si quedaban dudas, se han disipado todas: Scarlett Johansson debería estar prohibida. Joder.

La angelical protagonista de Lost in Translation se ha desmelenado el otro día en una sala de fiestas propiedad de Johnny Depp, y se ha subido al escenario a acompañar a unas strippers en su número. Viendo las fotos de éste su lado salvaje, seguro que estuvo a punto de provocar alguna que otra taquicardia….

Prohibida, debería estar prohibida. Afú.

Escrito el 21-05-2004

Algunas reflexiones a (casi) las cinco de la mañana, con cuatro copas de más (o sea: cuatro copas) en el cuerpo…

#1 – mi sobrino es genial

#2 – el vibráfono es un instrumento muy peculiar

#3 – Me desarmo ante rubitas grungies con mangas de rejilla, aunque lo único que consiga es rozar una melena y oir una voz

#4 – Soy un tipo de contrastes capaz de ir a una sesión de jazz escuchando Extremoduro

#5 – Mi cuerpo asimila a duras penas el alcohol

#6 – Me hace falta una novia.

#7 – Sennheiser mola.

#8 – Viva la república.

Escrito el 21-05-2004






There’s always a siren
Singing you to shipwreck
Don’t reach out, don’t reach out
Don’t reach out, don’t reach out

Steer away from these rocks
We’d be a walking disaster
Don’t reach out, don’t reach out
Don’t reach out, don’t reach out

just coz you feel it doesn’t mean its there.
theres someone on your shoulder
theres someone on your shoulder

just coz you feel it doesn’t mean its there.
theres someone on your shoulder
theres someone on your shoulder

There there!

why so green and lonely?
and lonely
and lonely

we are accidents
waiting waiting to happen.

Escrito el 20-05-2004

Me gustaría saber hablar como los franceses. No hablar francés, que también. Hablar como ellos. Sin levantar la voz. Discutiendo con toda la educación del mundo. Sin salirse de su tono habitual, sea hablando de trabajo, contando un chiste o charlando en un bar lleno de ruido. Hablar siempre con un tono discreto, elegante, con el volumen justo.

En cambio, yo me gasto el habitual tono español, más espontáneo, más natural, más impulsivo, más violento, más pasional. Dejando entrever más de lo que digo, muchas veces.

Un tono español que intento controlar al menos para no alargar inncesariamente conversaciones accidentales, prescindibles, que se pasean por lugares comunes que no aparece o no se quiere que apetezca recordar, conversaciones con sonrisas, con frases y con tópicos que perfectamente podrían ser mentira, o podrían no serlo. Conversaciones que odio tener cuando en realidad me apetece una conversación de verdad…

All this time… like sand in my hand…

PD: Y no. No tenéis por qué entender todo lo que escribo…

Escrito el 20-05-2004

El año pasado abrieron un restaurante en Tel-Aviv, en el que no servían nada. Pero de verdad. Tu ibas allí, te sentabas, elegías la comida, los camareros hacían como que te la servían… y al final te traían la cuenta (ésta sí, real) y tú tenías que pagar religiosamente por la no-comida…

Ésta es una de las muchas anécdotas que se contaron en la mesa de la cena del martes, una mesa con muchos franceses, bastantes griegos, un israelita y un español. Una cena en uno de los mejores restaurantes de Rennes, o eso nos dijeron. Podría ser cierto, porque el edificio era una casa del siglo XVI, y la comida, al más puro estilo francés, era hiper-elaborada, más estética que abundante, pero de chuparse los dedos… uy, no, que era un s itio muy fino… era… deliciosa.. sí, eso, deliciosa, que queda mejor…

El viaje a Rennes al final estuvo bien. No tuve problemas para coger el tren en el aeropuerto de París, y llegué a mi hotel a eso de las 10 de la noche. Subo a mi habitación, abro la ventana y…. ¿qué veo? el FNAC de la ciudad. Desde luego, así no hay quien ahorre…

Esa noche salí a dar una vuelta, cámara en bolsa, ya que iba a ser uno de los pocos ratos que iba a tener para explorar la ciudad…. una ciudad con 180,000 habitantes, plus 60,000 estudiantes, y eso se notaba: había mucho mucho ambiente, mucha gente joven abarrotando terrazas, calles y plazas. Tanta que en lugar de volver al hotel pensé en serntarme con una cerveza a ver pasar la vida francesa… por esas casualidades que tiene la vida, me encontré con mis colegas griegos, así que efectivamente, acabé con una Guinness en una terraza, disfrutando del buen tiempo y de la noche de la ciudad…

Al día siguiente ya tocó trabajar, luego a hacer cola para hacerme entender frente a una empleada del servicio de ferrocarriles franceses, y conseguir mi billete de vuelta a París, y de ahí corriendo a ver si me daba tiempo a entrar en FNAC antes de que cerrasen (prueba superada.. me dio tiempo incluso a pagar un dvd de Radiohead), al hotel a cambiarme y a la cena que os contaba… una cena que duró, desde el champagne del aperitivo hasta el souffle Grand Marnier del postre, 4 horas… y después una visita a algunos de los baretos y pubs de la ciudad… cervezas, risas, conversaciones en inglés sobre lo mundano y lo divino, y así hasta que llegué al hotel, a eso de las 4 de la mañana….

Una hora interesante, teniendo en cuenta que al día siguiente tenía que levantarme a las 8 para seguir trabajando. Fue duro, y por la mañana me pesaban los ojos y las cervezas (y el vino, y el champagne, y…. ) de la noche anterior, pero bueno, no pasa nada. La reunión acabó rápido, y yo me fui comer con los franceses mientras el resto, que se quedaban un día más en Rennes, se iban a visitar Mont St. Michel… qué rabia, qué envidia, si lo llego a saber, alargo un poco más el viaje… bueno, para la próxima…

La tarde de ayer fue dura: con cuatro horas escasas de sueño, fui cambiando el ronroneo del taxi por el del tren por el del avión (con retraso) por el del coche… hasta que llegué a casa, a eso de las 12 de la noche… con algún susto por el medio, como cuando al llegar al aeropuerto de París me di cuenta de que los billetes de avión estaban a nombre de Ortiz, Fernando. Que no sé quién es, pero yo no.

No tuvo mayores consecuencias, y pude montarme en al avión de Air France, y desgustar un bocadillo de queso, con pan del día anterior (literalmente, lo ponía en el envoltorio) y comprobar así en primera persona las cualidades de los cuerpos elásticos….

Además de bocadillos, el avión también incluía entre el pasaje dos ojos azules que yo acababa mirando una y otra vez, sin poder evitarlo. Habían superado en un punto el record conseguido por una de las encantadoras recepcionistas de mi hotel…

Y… y… y eso es lo que hay… me dejo en el tintero muchas anécdotas que pasarán a la lista de batallitas personales, pero en resumen, el viaje fue mucho más divertido de lo que esperaba…

Ahora a esperar hasta el siguiente, que por lo visto será en breve, y a Toulouse. Si hay que ir, se va.

El día de hoy ha sido más triste… como decía ayer, me entere de malas noticias. Hoy he pasado media mañana en un entierro… perra vida…

Seguiremos informando….

Escrito el 19-05-2004

He vuelto….

Pero hoy he dormido cuatro horas escasas, he trabajado, he viajado en tren, en avión, en coche, me he enterado de noticias muy malas… y lo único que quiero es coger la cama…

Seguiremos informando…

PD: Eso sí, el viaje ha sido mucho mejor de lo que esperaba…