Informar ya no es lo que era

Escuchando: Huelga General (La Polla Records)

Huelga General 29S

Para mí, el gran problema de cualquier huelga es la falta de libertad, por paradójico que resulte decir esto. Es maravilloso tener el derecho de hacer huelga, eso es indudable. Pero existe también el derecho a no hacerla, y debería ser respetado. Los piquetes, de existir, deberían ser informativos, y nada más.

Me toca soberanamente los cojones la existencia de individuos que en estas ocasiones se dediquen a coaccionar a la gente para unirse a su causa. Esta mañana a primera hora leía las noticias y ya se me revolvía el estómago: en Santander, un piquete de 200 (valientes) personas detiene a un autobús escolar lleno de niños, lo dejan pasar a regañadientes, y amenazan al propietario de la empresa con pinchar ruedas si se vuelve a repetir; también aquí, sellan con silicona los surtidores de una gasolinera de servicios mínimos. ¿Eso es informar? Para mí, estas actitudes desvirtúan cualquier buena causa que se quiera defender.

Huelga General 29S

¿Hay motivos para esta huelga? Sin duda. Creo, sin embargo, que llega tarde. Los españolitos son capaces de echarse a las calles para defender a Belén Esteban, pero para defender sus derechos laborales siempre entra pereza, y todo se remueve cuando las reformas ya están aprobadas. Dejándolo todo para el final, mucho se juegan los sindicatos, mucho tienen que demostrar, más que el gobierno (que está calcinado más que quemado, por el desgaste). Pero desde luego, forzando violentamente y con amenazas a la población a unirse a su causa poco respeto me podrán merecer.

Huelga General 29S

En los comercios de mi barrio, algunos han cerrado por convicciones. Otros muchos, porque los demás cerraban. Algunos habrán aprovechado uno de los últimos días veraniegos de la temporada. Y más de uno ha cerrado por miedo a buscarse líos. ¿Todos ellos se han unido a la huelga? Sí, pero no. Ya podrán decir la cifra de seguimiento que quieran, que me entrará la risa floja.

Por supuesto, también existirá, desgraciadamente, el otro extremo y habrá quien por miedo o amenazas no pueda hacer cumplir su derecho a la huelga, situación que debería ser denunciada siempre… algo mucho más fácil de decir que de hacer en un momento en el que antes de tomar una decisión todos miramos el bolsillo, y el final del mes siempre parece estar muy lejos.

Huelga General 29S

Yo, como asalariado, estoy a tiempo parcial y hoy no me tocaba trabajar; y como autónomo me cuesta diferenciar entre servicios mínimos y máximos: llevo desde primera hora de la mañana trabajando, como todos los días.

En resumen: bienvenida y necesaria sea la huelga siempre que se respeten las libertades de todos, nos guste o no su opinión.

Seguiremos informando.

Palabra de Rock

Escuchando: Second Life Replay (The Soundtrack Of Our Lives)

Este fin de semana ha nacido un nuevo festival en Cantabria, el TurboRock, en la localidad de Sarón. Y lo ha hecho con sonidos muy rockeros, y una satisfacción tremenda por parte de los asistentes. Las caras de la gente el sábado a las tres de la mañana lo decían todo.

Con un panorama en el que los festivales independientes se han convertido en un ejército de clones por toda la geografía del país, es un soplo de aire fresco encontrarse una apuesta así, con un cartel coherente y contundente (que he ido descubriendo a pie de escenario, porque iba con los grupos muy poco oídos, pero muy recomendados), con asistentes que no iban a dejarse ver sino a dejarse asombrar, y con un pueblo volcado en que todo saliese bien (comida popular encabezada por el alcalde incluída). Detalles como la carpa de circo (¡auténtica! nada de toldos aburridos) para los pinchadiscos son siempre un plus que ayuda a que aquello pareciese un viaje en el tiempo.

Con ese planteamiento poco podía salir mal, y el resultado ha sido memorable. Legendario, que diría el otro. No he podido estar en todos los conciertos, pero he salido alucinado con lo que he visto allí. Ninguna banda fue a cumplir, todos dieron el 110%. Hoodoo Gurus, Young Fresh Fellows, Redd Kross o los míticos Mudhoney (ya me van dejando de pitar los oídos) fueron buenos ejemplos, pero acabaron palideciendo ante el que pasa a formar parte de mi lista personal de directos inolvidables: The Soundtracks Of Our Lives nos hicieron levitar, y demostraron por qué son capaces de presentarse con un nombre tan presuntuoso. Grandes, enormes… cada vez que recuerdo lo que vimos ayer en aquel mercado, se me vuelven a poner los pelos de punta.

Sí, ha nacido un gran festival, y aunque tiene sede también en Valencia, en Sarón tiene un encanto especial. Larga vida al TurboRock.

Seguiremos informando.

Expediente X casero

Escuchando: X marks the spot (John Williams)

Expediente X en casa

Para poner el punto de luz en la zona de comedor del salón, nos pidieron que nos acercásemos a nuestro piso en reformas y marcásemos su ubicación exacta, a nuestro gusto. Así que allá nos fuimos, metro en mano. El sofá llegará hasta acá, la mesa irá allá, hay que dejar sitio de paso acullá, calculamos el punto medio de la bisectriz, me llevo dos, y listo: aquí. Pásame el lápiz: X. Ya está.

Luego la realidad siempre es una aproximación, claro. Creemos que la desviación se debe a motivos técnicos, pero como imagen no deja de ser curiosa.

La reforma avanza, ya va todo tomando forma. Aproximadamente.

Seguiremos informando.

Bicicletas aumentadas

Escuchando: Bicycle Race (Queen)

Logotipo de mi capa

Vuelvo al ataque: después de jugar con la realidad aumentada en las casetas de pinchos durante la Semana Grande de Santander, acabo de publicar una nueva capa para el navegador Layar. Esta vez con iconos personalizados e información práctica en tiempo real.

Para los que se hayan perdido: Layar es una aplicación gratuita disponible para móviles iPhone y Android, que nos permite observar la realidad con otros ojos. Se usa la cámara del móvil para explorar nuestro entorno, pero el programa superpone información que nos pueda ser de interés. El tipo de información que nos muestra depende de la capa que tengamos cargada en ese momento: información turística, restaurantes ceranos, etc. Además, nos puede guiar hasta ese punto, o podemos llamar por teléfono, consultar una web relacionada…

En este segundo experimento me he centrado de nuevo en la información local, y en concreto en el mundo de la bicicleta en Santander: carriles, aparcamientos y estaciones de alquiler.

Para poder probarlo, es necesario tener instalado Layar (gratuito, se consigue a través de la tienda de aplicaciones de Apple o de Android, según el caso). Una vez en nuestro dispositivo, basta con buscar la capa santanderbici, o buscar entre las capas locales (sólo aparece en el listado cuando nos encontramos en Santander o alrededores).

A partir de entonces ya podremos explorar, pudiendo además refinar la búsqueda de puntos de interés: podemos solicitar que nos muestre puntos de todo tipo, o sólo algunos de ellos (aparcamientos, carriles, estaciones); podemos indicar la distancia máxima a la que queremos buscar, o incluso añadir palabras clave a la consulta.

En el caso de las estaciones municipales de alquiler de bicicletas (TusBic) además de informar sobre su posición incluyo los detalles en tiempo real sobre su estado: bicis disponibles o huecos libres para aparcar. Oficialmente la empresa que lo lleva sólo ha lanzado una aplicación para iPhone que ofrece esta información. Gracias a Layar y a mi capa los usuarios de Android ya no estamos discriminados, y tanto unos como otros tienen acceso a muchos más puntos de interés.

Capturas de pantalla

Por ejemplo, algunas situaciones que nos puede resolver esta capa son:

– Quiero alquilar una bicicleta municipal, ¿cuál es la estación más cercana? ¿tiene bicicletas disponibles?

– He alquilado una bicicleta municipal y tengo que devolverla. ¿Hay huecos en la estación que me interesa? Si no es así, ¿cuál es la siguiente más próxima?

– Quiero buscar un aparcamiento para bicicletas en el Sardinero. ¿Cuál es el más cercano? ¿cómo llego hasta allí?

– Acabo de alquilar una bicicleta y quiero saber cuáles son los carriles-bici más próximos, y hasta dónde llegan.

A mí, personalmente, me parece práctico y pienso utilizarlo a menudo. Como en la anterior ocasión, las pruebas, sugerencias y comentarios serán siempre bienvenidos; y si alguién conoce algún punto de interés que no aparezca en el listado, que me avise para incluirlo.

Seguiremos pedaleando.

PD: Al César lo que es del César; gran parte de los puntos que aparecen en la capa han salido de observaciones propias, pero los he completado gracias al trabajo de algunas páginas de la región que se dedican a difundir todo lo relacionado con este tema. Mención especial por tanto a Santander en bici y a su gran mapa, y al listado de aparcamientos de Cantabria ConBici; gracias a ellos descubrí puntos que no conocía…

Recuerdos centesimales en venta

En un mes, más o menos, me veré metido en una mudanza. Soy una de esas personas que tiende a acumular trastos, así que habrá que planificarlo bien. también será el momento de aligerar equipaje. Una cosa es guardar, y otra que te terminen apodando Diógenes.

Repasando el inventario, estos días he caído en un pequeño detalle: debajo de una cama tengo desde hace mucho unas voluminosas bolsas de plástico: las fotografías conciertos pertenecientes a la exposición (Centesimal) que colgué en el Palacio de Festivales. Ahora apenas tengo pared en casa para ellas, así que terminaron ahí empaquetadas.

Montaje de la exposición

En la nueva casa dedicaré algún rinconcito a alguna de estas fotos, una o dos, pero el resto no creo que tengan hueco. Ojalá. Así que es momento de pensar qué hacer con ellas.

Mi intención es venderlas a precio simbólico (lo que costó la copia y el enmarcado, básicamente) así que si hay algún interesado que no lo deje pasar y me diga qué fotografía le gustaría tener, para reservársela.

Aquella exposición estuvo hecha a capricho, así que las copias están muy cuidadas, a tamaño 30×45, en papel mate, y enmarcadas a medida, con paspartú blanco, a tamaño 54×39, cristal mate (para evitar brillos) y marco de madera negra.

Las fotografías son de !!!, Adam Green, Bloc Party, Cardigans, Editors, Flaming Lips, Flaming Stars, HIM, Jarvis Cocker, Jesus & Mary Chain, Kaiser Chiefs, Keane, Ken Stringfellow, Pet Shop Boys, PJ Harvey, Primal Scream, Sigur Rós, Stereo MC’s y Unfinished Sympathy. Se pueden ver en esta galería. En la descripción de cada foto iré comentando su disponibilidad.

De todas ellas, me quedaré seguro con la de Stereo MC’s (está impresa sobre dos planchas de aluminio, espectacular), y alguna más: Sigur Rós, Flaming Lips o Bloc Party, posiblemente.

Fans con trozos de pared libre: están avisados.

Seguiremos fotografiando.

Están trabajando en ello

Escuchando: Upstairs in my house (Men at work)

Estado de la reforma

A pesar del aspecto de escombrera que presenta actualmente, y de los retrasos que agosto impone, nos siguen asegurando que la reforma de nuestro piso terminará puntualmente. Si es así, ya ha pasado el ecuador de la espera. Algo más se retrasará la cosa, seguro, y seguiremos pasando el rato buscando el sofá adecuado o el colchón perfecto, optimizando la distribución de la cocina o completando la lista de la compra en Ikea. Nuevas aficiones para nuevos tiempos.

Seguiremos informando.

Recuerdos del Sonorama

Escuchando: Allí donde solíamos gritar (Love of Lesbian)

Este fin de semana terminé la escapada vacacional en Aranda de Duero, en el Sonorama, un festival del que guardaba muy buen recuerdo: fue allí, hace dos años, cuando conseguí ver en directo por primera vez a Love of Lesbian, acompañado además por mi vecina del ártico. En aquella ocasión tocaron en el escenario pequeño; este año han vuelto a tocar, pero en el grande y como cabezas de cartel.

El Sonorama es uno de esos festivales pequeños (unas 13000 almas se calcula que pululaban por allí) y entrañables que merece la pena visitar. No sólo por lo musical, sino por todo lo que lo rodea. Los gafapastas toman el pueblo al asalto, y los lugareños los reciben con los brazos abiertos (señoras que se toman el café en la plaza durante los conciertos matutinos, o desayunos en cafeterías a ritmo de Primal Scream pueden ser buenos ejemplos).

Además, el festival no incluye sólo los conciertos en el recinto en sí. Por la mañana la mitad de las plazas de Aranda tienen algún directo (este año, Red Bull plantó un camión y un Hummer transformados en escenarios), hay catas de vinos, almuerzos en las bodegas, entrada a las piscinas municipales… El pueblo se transforma durante tres días.

En lo musical ha habido de todo, al menos de lo que hemos visto (hay demasiada oferta y muy pocas horas). Tachenko con su cambio de día fue de los primero que disfrutamos. Los conciertos mañaneros de Nixon y The New Raemon estuvieron muy bien, The Sounds hicieron bailar a todo el mundo a base de macarrismo, Standstill y Nudozurdo pusieron las aristas (geniales, los dos), descubrí a grupos que conocía sólo de oídas (The Pains Of Being Pure At Heart, LA, Niño y Pistola…), Maga sacaron mucho brillo a sus canciones al atardecer, Sidonie aparecieron más centrados que en Santander, Lori Meyers demostraron que cualquier disco pasado fue mejor, y Love of Lesbian dieron un concierto serio como pocos, para ser ellos, con mal sonido, como suele ser habitual, grandes canciones y un final austero (ni Houston, ni Shiwa, ni Marlanne) pero con coreografía, al menos.

Estereotypo en el Sonorama

Eso sí, si me tengo que quedar con un concierto, barro para casa y no creo que nadie me lo discuta. Los cántabros Estereotypo tenían la responsabilidad de llenar el hueco entre Los Planetas (a los que no hice mucho caso) y los lesbianos. Y vaya si lo hicieron. Salieron a la palestra vestidos de tenistas setenteros, lanzaron algunas bolas al público como calentamiento, y dispararon un temazo tras otro haciendo bailar hasta al más soso. Conciertazo de los de recordar durante mucho tiempo… ¡bravo!

Tres días con mucha música, lechazo, y cansancio acumulado hacen que uno note los años, hay que reconocerlo. También influye que cada vez me identifico menos con las monumentales borracheras y el mamoneo que todo festival lleva asociado: hay demasiada gente que va a dejarse ver, más que a escuchar. Con todo, un gran festival, no hay que descartar reincidir en próximas ediciones…

Seguiremos informando

La Rápita

Escuchando: Looking for the Sun (Niño y Pistola)

La Rápita

Por segundo año consecutivo nos hemos esforzado en crear una tradición: aprovechando la invitación de unos amigos hemos desconectado perdiéndonos en el Delta del Ebro, disfrutando de las aguas tranquilas del mediterráneo, del sol, del calor y de la gastronomía local.

Un trabajo duro, pero alguien tenía que hacerlo.

Esperamos poder repetir, aunque sigamos cumpliendo con otras tradiciones: la de sufrir alguna que otra tormenta veraniega.

De vuelta en la tierruca, el lunes al menos saluda con sol. Seguiremos informando.

VIP Noche (Santander Amstel Music)

Escuchando: The boy with the arab strap (Belle & Sebastian)

Amstel Music

El pasado fin de semana estuve en el festival Santander Amstel Music que se celebró en la Campa de La Magdalena de nuestra ciudad. Una sobredosis musical que me dejó un sabor agridulce, hubo un poco de todo.

No pude ir a la fiesta de presentación del jueves (¿qué pintaba una banda como We Are Standard en sala pequeña, por cierto?) por lo que me uní al festival el viernes, cuando comenzaba a celebrarse al aire libre.

La primera sorpresa vino a la hora entrar y conseguir la correspondiente pulsera. Cuatro personas se encargaron del proceso: una me cogió la entrada, otra me entregó la pulsera, la siguente me la colocó en la muñeca y la última apretó el cierre, esto último con tan poca maña que la pulsera quedó tan suelta que podría haberla sacado sin problemas. En fin.

Ya en el interior, breve reconocimiento de la zona. Dos escenarios totalmente descompensados, como el año pasado (uno gigante, otro verbenero). Muy pocos baños (poco más de una decena de casetas), barras suficientes y precios muy baratos para la cerveza. La comida, ni idea: tiramos de bocadillo metido de extraperlo (no dejaban meter comida a pesar de que en las entradas yo no vi ni una palabra sobre ello) porque los bocatas del año pasado fueron infames.

Zona VIP

Quizás lo más destacable de este año haya sido la importancia de la zona VIP. Y sobre todo, mi sorpresa al comprobar que las invitaciones VIP se vendían, a 85 €. Pensaba que este tipo de entradas estaban reservadas a amigos, autoridades o celebridades, pero no: en esta ocasión cualquiera podía optar a codearse con lo mejor de lo mejor, por un módico precio y con barra libre incluida. Además, la organización ha mantenido el pequeño caos del año pasado con las entradas: varios precios distintos dependiendo de dónde se comprasen, ofertas, sorteos y muchas invitaciones (al final casi todos los amigos que saludé se habían hecho con un pase VIP).

Estas personas tan importantes tuvieron, parece ser, un trato curioso: tenían acceso a la zona VIP, pero no a la de los conciertos (¿cómo?), donde era necesaria una entrada estándar para poder entrar. Bebida y comida gratis, baños limpios, pero los conciertos los tenían que ver desde la distancia sin mezclarse con el populacho. Luego me enteré de otra vuelta de tuerca al sistema: sí que podían ver los conciertos de cerca, gracias a que tenían acceso al Golden Circle. ¿Al qué? Pues al foso de los fotógrafos, con otro nombre más pomposo. Yo estuve de soldado raso, pero los compañeros que estuvieron haciendo fotos en el festival se hartaron de abrirse paso a codazos entre VIPs (cada vez más) borrachos. Lamentable.

Sobra decir que en Santander, ciudad del qué dirán y del dejarse ver por excelencia, esto de la zona VIP tuvo mucho éxito. La música siempre pasa a segundo plano cuando a uno le pueden ver fardando algunos miles de personas.

Yo en cambio iba allí por la música, con mi entrada comprada y mis ganas de ver a los Belle & Sebastian, que fueron lo mejor de los dos días, con un concierto maravilloso en el que terminó bailando en el escenario el amigo Patrullero. Se me hizo corto, y el sonido estaba demasiado bajo (tuve que acercarme a pie de escenario para oír más la música que el barullo de la gente), esas fueron las dos únicas pegas que encontré.

Zapatillas

En la primera jornada tocaron rambién Delafé y Las Flores Azules (me pasa como con sus discos, están bien para tener de fondo), The Wave Pictures (bien, sin más), Delorean (el escenario pequeño se les quedaba ídem), y me perdí a Vive La Féte (no hice mal, por lo que me contaron). Cerraron pinchando Plastic Addict, que no habían podido hacerlo a primera hora porque la orgainización no les había conseguido el aquipo (y teniendo un par de bares de su propiedad a tiro de piedra, vuelvo a tener que decirlo: lamentable).

El sábado comenzó pinchando Patrullero mientras la gente iba llegando al recinto, hasta que La Habitación Roja inundó la campa con su música. Y digo bien: el sonido estaba brutalmente alto, embarullando todos los matices. Hay gente que dice que sonó perfecto, no sé dónde. El repertorio y el grupo estuvieron geniales, eso sí. Después tocaron Dorian, sin sorpresas (salvo las desagradables: por un fallo de tensión en el escenario tuvieron un parón a mitad de actuación). Festivaleros, pero demasiado oídos ya antes de empezar. Siguieron en el escenario grande White Lies, que dieron un conciertazo con sonido perfecto (esta vez sí) a pesar de no aportar nada nuevo (son clones de Editors, que tampoco es que sean muy originales).

La Habitación Roja

Sidonie fueron los siguientes. Llegaron tarde, sin probar y sin importarles nada una mierda. Un concierto imperfecto, sucio y arrabalero que metió a la gente en el bolsillo, pero que no me terminó de convencer. Cerraron el festival The Dandy Warhols; escuché tres o cuatro canciones mientras enfilábamos la salida, y me aburrieron lo suficiente como para no arrepentirme de abandonar el festival.

¿Conclusiones? Mucho mamoneo, pocos conciertos destacables, fallos de organización de principiantes junto a unos cuantos aciertos: salvo el retraso de Sidonie, todo fue con puntualidad británica, no había colas en las barras y la bebida estaba barata. Como es habitual, Santander responde mal ante estos eventos. 13500 personas pasaron por allí, según la organización: 7500 y 6000 cada día. Me río yo de estos cálculos, en parte porque mucha gente repite los dos días y se la cuenta doble, y en parte porque allí no había tante gente, a no ser que estuviesen hacinados en la zona VIP. Que visto lo visto, también hubiera podido ser.

A ver si para el año que viene van puliendo la propuesta y salgo de allí más convencido. Esta año me he quedado a medias.

Seguiremos informando.