Escuchando: Stupid at all (Love of Lesbian)
Ayer no paré de encontrarme listos, gente de esa a la que si el tiempo les pone en su lugar dan ganas de aplaudir.
Empecé con César Alierta, presidente de Telefónica, uno de los hombres más poderosos de España, al timón de nuestra empresa de telecomunicaciones más internacional. Aparte de que escucharle hablar ya da bastante pena de por sí (uno se lo imagina con esteeee, un codo en la barra de un bar y un palillo en la boca), la sarta de tonterías que soltó el pasado viernes en Bilbao fue de tal calibre que yo ya dudo de si se está riendo de nosotros, si es idiota, o si la avaricia hace que ya le dé todo igual.
Básicamente, pretende que los buscadores (y por ende los proveedores de contenidos, en general) paguen por usar sus redes de telecomunicaciones, que están ganando mucho dinerito y él no ve un euro de eso. Por poner ejemplos de lo que propone: yo pago a telefónica por conectarme a Internet, y usar Google pero Google tendría que pagar a Telefónica también por ofrecer sus páginas y servicios en Internet. Demencial. ¿Los fabricantes de lavadoras tendían que pagar a las empresas eléctricas cada vez que alguien usase uno de sus aparatos, entonces? ¿Los que tenemos una página web pagaríamos cada vez que alguien nos visitase?
Me asusta comprobar que no tiene muy claro lo que es una red, lo que es un servicio y hasta dónde llegan sus límites. Tampoco tiene mucha idea de lo que es cloud-computing, o los servicios en la nube que tanto se han puesto de moda. Y deja patente que las redes suelen tener más inteligencia que él mismo.
Las redes son mías, dice. Pues nada, ánimo. Espero que tenga un equipo de asesores con más luces, porque si no
Pero no fue el único listo del día, insisto. Fidel González Cuevas, presidente de la Asociación de Constructores y Promotores de Cantabria, protagonizaba una de las noticias del día al solicitar ayudas al gobierno con un tono chulesco y amenazador. O les solucionamos la papeleta «o habrá un «cataclismo económico»«.
Este personaje es el mismo que hace unos meses contaba en la prensa que ya se había tocado suelo, y que ya no se iban a bajar más los precios de la vivienda. Ahora, con 3000 viviendas de nueva construcción cogiendo telarañas, ve las orejas al lobo, pero en lugar de asumir la debacle en la que se han metido ellos solitos a pesar de todos los augurios y avisos, por pura codicia en lugar de asumirlo exigen soluciones pagadas con el bolsillo de todos.
Algunas de sus perlas:
«Los promotores y constructores están dispuestos a renunciar al 20% del valor real del piso, es decir a sus «legítimos beneficios», si con ello se da salida a las viviendas sin vender.«
«Los únicos sacrificados somos nosotros; pero esta es la alternativa, urgente, de ayer, porque ya llegamos tarde.«
«La propuesta de poner sobre la mesa la venta de 3.000 viviendas es consecuencia de «un estudio minucioso de la realidad» y de «una necesidad social y económica»«.
«Esta es nuestra propuesta. Pueden decir que es una locura. Pero nos sacrificamos nosotros y estamos dispuestos a que nos la rechacen… Pero al menos pedimos que propongan una alternativa. De lo contrario, no hay futuro.«
«Fidel González Cuevas echa la culpa de la situación a la inoperancia del Gobierno de España que no ha sabido encarar la crisis, ni arbitrar medidas.«
Básicamente lo que propone este genio es rebajar un 20% el precio de sus viviendas respecto a una tasación (me río yo de las tasaciones), y que el Gobierno arrime el hombro con una ayuda (que devolverá el comprador, con calma). Como siempre en este gremio: las ganancias son mías, las pérdidas son de todos. Y un cojón.
Alguien debería decirle a este hombre que el precio de algo no es lo que él quiera cobrar, sino lo que alguien esté dispuesto a pagar por ello. La ley del mercado, que tan bien les vino hace unos años, ahora parece olvidada. Si no consiguen vender, tendrán que bajar los precios. Y si al hacerlo no sólo ganan menos, sino que pierden dinero, mala suerte. Bienvenido al mundo real, amiguito. Tiene otra opción también, claro: seguir sacado pecho y amenazando con desastres. Así la caída del sector y de sus precios será más brutal, y podremos aplaudir con más ganas. Que se coma sus 3000 pisos con patatitas.
Ya para terminar esta galería de personajes ilustres, ayer volví a cruzarme con un conductor que me saca de mis casillas, aunque sé que no es el único que hace la misma jugada. Hay una salida de garaje en nuestra calle, de dirección única, que está cerca de un cruce pero el cruce está más atrás, así que no queda otra que dar un rodeo para dar la vuelta.
Eso no parece importarle al propietario de un despampanante Mercedes, al que ya he visto dos veces en dos días salir del garaje en dirección contraria. Total, sólo es un trecho, y tiene un Mercedes. Las normas de circulación para gente así son sólo recomendaciones.
La primera vez estuvo a punto de encontrarse de frente con un coche de la Policía Local, por segundos no le vieron. La segunda me pilló en el paso de peatones que cruza en dirección contraria, y viéndole venir me hice el sorprendido y el indignado. Unos cuantos gritos se llevó. Aparte de idiota, maleducado, peligroso y desconsiderado, parece ser sordo.
En fin, qué gente.
Seguiremos informando.
1 comentario sobre «Los listos»
Sin duda: hay que decirlo más!