Escuchando: Trains (Marlango)
Cuando terminamos el puzzle, estuvimos pensando en comenzar otro. Pero no; pasados unos días en los que la desnudez de la mesa era una provocación a todos los trastos apilándose en el resto de la casa, su superficie acabó con una finalidad muy distinta.
La mesa del puzzle se convirtió en el centro de operaciones de una pequeña escapada a Córdoba que empieza mañana. Todo está ya preparado: el plano con nuestro hostal localizado, el folleto de los baños árabes donde ya tenemos cita para el domingo, los billetes de tren, la tarjeta del AVE, una guía prestada, otra cedida cortesmente por la biblioteca de la universidad, la información que amablemente nos enviaron desde la Oficina de Turismo cordobesa, una Moleskine para tomar notas… ya sólo falta preparar la cámara, hacer la maleta, y acostarse pronto: mañana a las siete de la mañana tenemos que estar sentados en un tren (una más que agradable forma de viajar).
Desde mañana hasta el próximo lunes estaré felizmente desaparecido. Que ya tocaba.
Seguiremos informando.
PD: Y sí, salimos de viaje mañana, pero la elección del día vino impuesta por motivos tan poco románticos como «los billetes eran más baratos«. Aprovecho para felicitar a El Corte Inglés, por si mañana se me olvida.
6 comentarios sobre «La mesa del puzzle»
Que lo paséis muy bien!!
Buen viaje!
Buen viaje¡¡¡¡¡
Los baños árabes tienen buena pinta, pero ¿cómo se dialoga en absoluto silencio?
Eso también me lo he preguntado yo…..ya nos contarás 😀
Lo de dialogar en silencio tambié me llamó mucho la atención. No deja de ser una norma curiosa.
Ya sé cómo se hace: de ninguna forma 🙁 Lo peor de la visita a los baños árabes fue, sin duda, la falta de educación de nuestros compañeros de sesión. Hay gente que no distingue entre un lugar para relajarse y un parque acuático, por lo que parece. Una pena.