Escuchando: De do do do de da da da (The Police)
Esta semana, entre los muchos detalles con los que nos ha agasajado nuestro otrora (futura, supongo) excelentísimo ayuntamiento, ha tenido especial relevancia la creación de la figura del Agente de Movilidad. Que es como un policía local, pero sin pistola, y un bolsillo de fácil acceso a la libreta de multas. Parece que aún con las ampliaciones de los aparcamientos de pago no da para cubrir gastos.
En cualquier caso, al César lo que es del César: los agentes de movilidad no están sólo para recaudar. Y a las pruebas me remito. Ahí tiene, al del circulito rojo, charlando tranquilamente con un amiguete, no sé si propietario de la moto o del coche rojo que le sirve de sustento. Es igual. Moto y coche, ambos, aparcados en una parada de taxis. Con dos cojones. Y un agente.
Seguiremos informando.