Escuchando: 666 (Los Petersellers)
Tuvo violencia, mucha. ¿Escenas escatológicas? Sí, también. ¿Sacerdotes? Sí, uno y no salía muy bien parado. ¿Sexo? Sí, hetero y homosexual, entre otros. 666 fue un espectáculo agresivo, provocador y explícito, financiado por nuestro gobierno regional, representado en las dependencias de nuestra Universidad, e interpretado por la compañía propietaria del teatro Alfil de Madrid, donde Leo Bassi representa su Revelación.
Entonces… ¿dónde estaban los reaccionarios trasnochados? ¿Por qué esta vez las únicas aglomeraciones en la puerta fueron para entrar a disfrutar del espectáculo? ¿Es que a la parte más ultracatólica de nuestra ciudad no les habían pegado el chivatazo esta vez? ¿O sencillamente es que se trata de una parodia sobre un tema serio (la pena de muerte, en este caso), y que a través del humor llevado al absurdo pretende llamar a la reflexión?
Afortunadamente, no ha habido polémica, sólo la oportunidad de ver, gratis, un gran espectáculo, con un dominio de la expresión corporal, del escenario y del resto de la sala absolutamente encomiable. Digno de ver. Penes gigantes aparte.
Seguiremos informando.