Escuchando: Crimen y castigo (Sergio Makaroff)
Poca gente, muy poca. Eso es lo que se ha encontrado Sergio Makaroff en su concierto de esta noche en Santander. Un concierto tan sencillo como ésto: un cantautor argentino armado con una guitarra, una tonelada de ingenio, y su arma más peligrosa: la ironía.
Me he reído, me he reído un montón en su concierto. Makaroff es uno de esos tipos únicos, capaces de hacer de cada canción una fiesta, de cada fallo una broma, y de cada frase una joya.
Con un sonido bastante malucho para tratarse sólo de voz y guitarra, y con algún error técnico de mal gusto al principio -por parte de los encargados de la sala- ha ido soltando durante algo menos de hora y media sus perlas, intercaladas con alguna que otra parrafada. Los argentinos tienen fama de ser habladores, y éste no es la excepción.
Ha hablado de su paseo por La Magdalena de hoy, donde se ha fijado en los mismos carteles que siempre me llaman la atención, y como se ha contrado algo de basurilla por ahí tirada en la playa, le ha servido para introducir su canción más ecológica… (los desperdicios contigo debes acarrear, y proceder a reciclar. Si no lo haces serán 100 azotes la primera vez, 1000 azotes la segunda vez, 10,000 azotes la tercera vez. Y que te folle un pez. Un pez espada…)
Y sí, es un hombre irónico. Lo ha demostrado cuando se ha puesto a mostrarnos su modelito de hoy, en el que había cuidado hasta el más minimo detalle combinando los colores ylos accesorios, porque sabía que en Santander todo el mundo es pijo y se cuidan mucho esas cosas. Y él hace lo que sea por agradar a su público. Genial, sencillamente genial.
Creo que como ejemplo del ambiente del concierto, puedo decir que con algunas frases de sus canciones ha arrancado aplausos del público. Y alguna de ellas incluía la palabra calientapollas. No tiene que ser fácil soltar en un concierto un verso con la palabra calientapollas, y que te aplaudan.
Una pena. Para los que se lo perdieron, digo.
Seguiremos informando.
8 comentarios sobre «Makaroff»
He cambiado lo del cartel, espero que ahora podáis verlo todos…
Saludos!
Yo tampoco puedo ver el enlace de los carteles. Y tengo curiosidad, vaya si la tengo…
Vale.
Ya los he visto, jejeje
q crack.
A mi no me deja ver los carteles que te llaman la atención 🙁
Muy detallista Sergio Makaroff, lo de cuidar su vestuario me ha parecido muy gracioso.
Besitos
jo, al final me va atocar bajarme algo de el 😀 o comprarme un disco o lo que sea.
Parece qeu te lo pasaste muy bien 😀 me alegro
Hay mas fotos ?:D
Salu2 Caleidos
Hay que aclarar, para los que no conocen el lugar donde están plantados esos carteles, que a pocos metros de ellos y escondidos entre matojos hay un acantilado de varios metros de altura que acaba en unas poco acogedoras rocas.
Vamos, que el peligro no es la naturaleza, sino la velocidad con la que uno entra en contacto con ella 😀
Si, ahora se ve. Yo también me he fijado en ellos muchas veces (intentando desentrañar su sentido último), pero no los recordaba…