Escuchando: Prefiero el trapecio (Manolo García)
Dos horas y cuarto sin respiro; un repertorio magníficamente elegido, donde los nuevos temas sonaron potentes, no se echó en falta ningún clásico, y hubo un par de guiños al Último; nueve músicos acompañando a Manolo García, que consiguieron llevar al directo todos los matices de sus discos, y más (A San Fernando sonó como si fuese el manual de la perfecta versión en directo); un escenario con tres pantallas de vídeo, mostrando su universo privado, y la imaginativa decoración marca de la casa; globos de caballitos de mar para comenzar a despedirse; un espíritu de fiesta que acabó con Manolo tirándose encima del público, para desesperación de los de seguridad, que corrieron a rescatarle; un gran, gran concierto.
Y además conseguí colar mi cámara pequeña. El problema es que esa cámara es de todo menos pequeña, así que no las tenía todas conmigo. Pero entré sin problemas, y me pude colocar bastante cerca del escenario, así que esta vez me he llevado de recuerdo, además de la habitual camiseta, una buena colección de fotos…
Seguiremos informando.
4 comentarios sobre «Dicen que el que canta su mal espanta»
que envidia !:)
Po si vaya envidia.
Anda que no te lo pasarías bien. Tuvo que ser un concierto único. Me alegro por ti.
Estupendas fotos, están to chulas.
Un beso
Si que fue un buen concierto, sí 🙂
A este no pude ir, pero algún día te (os) devolveré el concierto al que me acoplé, los cachis que gorroneé y las copas que no me pude tomar.
Como dice mi prima, «hay más días que longanizas».