Soy un egoísta. Solo pienso en mí, en sentirme bien. Hedonismo puro…
Hace ya algunos años que conocí a alguien… alguien con quien compartía aficiones y gustos. Gran verano aquel.
Luego pasó lo que pasa siempre. Si hay alguien entre el distinguido público, especialmente si es una chica interesante, con la que puedo tener algo en común, y tiene ganas de viajar, que prepare pasaporte y se ponga en contacto conmigo. No sé como lo hago, pero cada vez que siento curiosidad por alguien, aunque sea sólo lo justo para que me haga levantar una ceja con interés, zas, desaparece. Cambia de ciudad. De comunidad. De país. O de contienente, y todo. Y no, no es necesario que me enamore (¿realmente sé hacer eso?), ni nada de eso… el siguiente paso a que me apetezca estar con alguien es recibir recibir postales del extranjeros, tiernas y ajadas, besos, recuerdos, que decía el otro…
En cualquier caso, se me va el hilo… hablaba de alguien en concreto… alguien a quien hace tiempo que pierdo la pista de vez en cuando… o más bien, la encuentro de vez en cuando… y ahora que está (a veces) en la misma ciudad, y que la tengo (a veces) a tiro de teléfono, me apetece más que nunca charlar con ella, llamarla para no decirla nada, hablar de películas, de discos, de todas esas cosas que generalmente o me callo o las escribo aquí para que nadie las entienda…
Y la verdad es que no pido nada más. ¿Quién soy yo para andarme con exigencias? Nadie. Sólo pido eso. Esas pequeñas tonterías. Pero aún así, es difícil. Como escribía hace algunos días, me acabo chocando casi siempre contra un impenetrable muro de amabilidad. La gente con vidas más ajetreadas e interesantes que la mía, es lo que tienen…
Pero soy un egoísta. Sí. Nunca la he pedido nada, creo. Tengo una tendencia natural a dar sin esperar recibir nada a cambio (sí, soy moreno, delgado e idiota… todo ello de forma rotunda). Pero ahora sí que me apetecería pedir… pedir que me devuelva una llamada, un mensaje, un hola qué tal estás… Ya véis.. sólo pienso en mí mismo….
Soy un egoísta.