Entornos escolares y zonas peatonales en la prensa

Son muy interesantes los artículos que está publicando El Diario Montañés estos días sobre movilidad, en concreto sobre entornos escolares y zonas peatonales. He tratado con Candela, su autora, en alguna ocasión por algún otro artículo de bicis o colegios, y hace un gran trabajo sobre esto.

El sábado se publicó este artículo que pone el foco en los problemas causados por los coches en los entornos escolares. Un problema más que conocido, pero que se sigue sin atajar. Se mira hacia otro lado, salvo cuando hay un accidente (pero luego se les pasa)

https://www.eldiariomontanes.es/santander/caos-coches-puerta-colegio-20250208073951-nt.html

Noticia "El caos de coches a la puerta del coegio" en la edición en papel.

Es un problema que conozco de cerca, porque en la AMPA de nuestro colegio llevamos trabajando algunos años ya sobre el tema. Y eso que por suerte, la mayoría de las familias viven en el entorno. Pero el tráfico de paso, las familias que necesitan usar el coche (y el egoísmo de más de uno) no ayudan.

Llevamos años analizando la zona, hablando con familias y vecinos, visibilizando el problema, identificando puntos de riesgo, aprendiendo sobre lo que funciona y lo que no en otras ciudades, proponiendo medidas concretas en colaboración con otros colegios, etc. La respuesta del Ayuntamiento es nula. Por eso me cabrea bastante leer el último párrafo de este artículo. Porque efectivamente los controles policiales no son la solución definitiva (ni la temporal: la mayoría de los casos se limitan a la fluidez del tráfico, no a la seguridad del alumnado). Lo que hay que hacer es trabajar DE VERDAD.

Trabajar escuchando a la comunidad educativa, que conoce el día a día de su entorno escolar. Trabajar aprendiendo de lo que se está haciendo, de manera valiente, en otras ciudades, y que está funcionando. Trabajar con datos, porque los que tenemos de ruido son malos… y los datos de contaminación del aire parecen tan secretos que hay que recurrir a ciencia ciudadana para comprobar que en muchos entornos escolares se va muy justo para cumplir el límite legal. Y que con la nueva normativa no se cumplirá. Y que estamos muy lejos de lo que recomienda la OMS.

¿Qué hace el Ayuntamiento? Un cartel hace no sé cuántos años, alguna actuación de cara a campaña electoral (algunas de ellas sin contar con la opinión de la comunidad educativa correspondiente) y por lo demás: excusas y muy poco interés, salvo caras circunspectas cuando hay un accidente. Eso y «apelar al civismo y la colaboración de todos para minimizar esta situación«. Balones fuera y la responsabilidad siempre es de otro. Que no digo yo que no haya que hacer pedagogía entre las familias, que hay de todo, y conozco casos cercanos de egoísmo cochista.

Pero desde el Ayuntamiento se pueden tomar muchas medidas que se ignoran: ampliación de aceras, cortes y desviaciones de tráfico en entradas y salida, limitación de velocidad a 20Km/h, si es necesario implantando estrechamientos y chicanes en la trazada, pasos de peatones elevados…

El entorno de nuestro colegio estuvo cerrado al tráfico por obras durante meses. Y no pasó nada, era una causa de fuerza mayor. Pero si se pide que se limite al acceso del tráfico a motor durante un par de ratos al día, es una herejía que va a colapsar la ciudad.

Excusas para no trabajar.

Hablé de otro artículo, salió ayer: habla de que Santander está a la cola de zonas peatonales respecto a otras ciudades. Nada que extrañe a quien se mueve por nuestras calles y haya salido a visitar otras localidades. Nuestras calles son ruidosas y el espacio peatonal es poco y con poca prioridad

Noticia: "Santander, con menos de 10 kilómetros de zonas peatonales, en la cola nacional" en su edición en papel.

Un par de apuntes a este artículo: no entiendo los datos que ofrece el Ayuntamiento de calles semipeatonales. ¿De verdad Cervantes lo consideran semipeatonal? Poco pasan por allí andando, supongo. Y si esa calle (plataforma única, limitada a 20 Km/h) es semipeatonal, ¿por qué no sale San Luis, que tiene exactamente la misma configuración?

Luego está el tema de las terrazas de hostelería, que acaparan el espacio (interpretando de manera creativa la ordenanza municipal correspondiente, en muchos casos) y que hacen que lo ganado en la peatonalización no lo pueda disfrutar el peatón. Pero esa es otra historia en esta ciudad que parece decidida a implementar el reclamo turístico más agresivo, con los ciudadanos siendo molestos actores secundarios.

En fin. Pocas calles peatonales, las que hay se venden a la hostelería y predominio del coche. Pero nos auto-inventamos excusas cuando en otras ciudades hay más espacio, menos ruido y mejor calidad del aire. Mejor calidad de vida, vamos.

Aquí seguimos negando que haya problemas e incumpliendo la ley que obligar a implementar Zona de Bajas Emisiones (más de 2 años de retraso ya y riesgo de devolver ayudas). Hay que salir más de Santander para darse cuenta de que nos miramos el ombligo y nos quedamos atrás.

Seguiremos informando.