Que no se pierdan las buenas costumbres: aquí va mi particular felicitación de este año. Como suele ser habitual, aprovecho para -además de enviar mis mejores deseos- juguetear un poco con la cámara.
Este año ha sido muy intenso, muy especial, y muchas de mis fotografías han tenido el mismo protagonista, el (ya no tan) pequeño Teo. Sin embargo, he conseguido sacar un ratito para intentar hacer algo «diferente» en esta postal.
Los poco curiosos os podéis quedar aquí. Os deseo lo mejor para estos días, y para todo el año próximo. Estoy seguro de que 2016 vendrá cargado de buenos momentos que habrá que aprovechar.
Los más curiosos podéis seguir leyendo para averiguar cómo está hecha la foto de la postal, ver algunos descartes y tomas falsas.
Para situarnos: la imagen muestra un «tupper» de cristal con 3 kilos de sal, y con un vaso en el centro lleno de leche como «estanque«. El árbol es un servilletero que encontré en un «Cadena 100«, los personajes son de maquetas de trenes (bueno, casi todos), y el resto lo pone la magia de la iluminación, un biberón goteando leche sobre el estanque, y un poco (muy poco) de Photoshop.
Respecto a la iluminación: monté un disparador remoto de flashes en la cámara, y usé dos receptores. Un flash enfocando a la escena para congelar el movimiento de las gotas al caer, y otro flash (anular) bajo el recipiente con sal para iluminar el estanque desde abajo. En la toma final no se aprecia porque anula el efecto el flash principal, pero tengo algunas tomas alternativas en las que la iluminación del estanque desde abajo quedaba muy resultona:
Para montar la escena me ayudé de todo lo que tenía a mano, en ocasiones utensilios de lo más pintorescos. Por ejemplo, para montar el árbol en medio del vaso y a la altura deseada, usé un cepillo redondo que tenemos para limpiar el robot aspiradora. Fue algo así:
La nieve es sal, y para colocar los pequeños personajes sin que se moviesen los pegué con «blu-tak» blanco sobre cajas de tarjetas de memoria que enterré en la sal.
Lo dicho: todo muy de andar por casa. Y todo esto en un rato de siesta de Teo, tomando al asalto la cocina.
Por ahí aparece también una GoPro. Sí, puse a grabar a alta velocidad la caída de algunas gotas, por si lo podía reproducir luego a cámara lenta. No he tenido aún tiempo ni de mirar lo que ha salido.
En la imagen anterior también se ve que el lago aparece rosa. Estuve haciendo pruebas mezclando colorante, a ver qué salía. Y algo salió, pero al final me quedé con una gota blanca sobre un estanque blanco para la imagen definitiva. Aquí os dejo algunas otras tomas que fueron candidatas:
Estas fotos «descartadas» tienen una edición mínima. La imagen final sí que pasó por Photoshop para algunos retoques, para limar algunos detalles y para añadir el texto de la felicitación.
Y eso es todo. Con una cámara y un poco de imaginación es imposible aburrirse. No sé si alguien habrá leído hasta aquí. Si es así, gracias por la atención y la paciencia: te deseo de nuevo lo mejor para el año próximo…
¡Seguiremos fotografiando!
1 comentario sobre «¡Felices fiestas!»
🙂 esto es otra manera de andar entre fogones