Se me acumulan las fotografías pendientes de revisar de vacaciones y conciertos. Hoy he dedicado un rato a las del viaje por Suiza, y una de las imágenes venía con sorpresa…
De entre las fotografías que tomé durante un corto paseo en barco por los alrededores de Ginebra, encontré una de lo que llaman allí la «playa«, un espigón en medio del lago con algo de arena y un faro en el extremo. La foto había quedado muy oscura, y cuando me he puesto a aclararla, he descubierto a una pareja huyendo del bullicio de los baños y los chapoteos. Es curioso descubrir besos apasionados y ajenos al revisar las fotos de hace meses… ¿se trataría de un amor de verano?
Seguiremos fotografiando…