Escuchando: Faking The Books (Lali Puna)
Hoy hace un mes que llegó mi lector de libros electrónicos, un Kindle de Amazon. Tiempo suficiente para hacerse una idea del aparato, y para sacar las primeras conclusiones. La principal: que ha sido una gran compra, y que está un paso por delante de muchos lectores que podemos encontrar en las tiendas de por aquí.
La pantalla es fantástica, y leer al sol con ella es una gozada. Espectacular, con mucho contraste y muy legible. Uno se olvida de que tiene un cacharro electrónico entre las manos.
Es además muy ergonómico, y más con la funda (oficial de Amazon). Aunque cara, la funda merece la pena, tiene muy buena calidad, es cómoda, protege muy bien el aparato, y lleva incorporada una luz de lectura (aún no he necesitado usarla) que se alimenta de la batería del propio lector.
Es muy sencillo navegar por los libros, buscar palabras en el diccionario incorporado, hacer anotaciones eso sí, aunque lleva conectividad WiFi apenas la he probado se puede navegar por internet, pero he usado el Kindle básicamente para leer desde el primer día, sin hacer muchos más experimentos (aparte de configurar la red de casa y personalizar los ajustes, lo básico).
Supongo que gracias al uso enfocado a la lectura, la batería se ha portada muy bien. Un mes menos dos días ha durado la primera carga. Prácticamente lo he usado cada día y han caído cinco libros en ese tiempo. Al principio el indicador de carga bajaba muy rápido, pero creo que fue consecuencia de meter bastantes libros de golpe en su memoria interna. Al ponerse a indexarlos, parece que tiraba bastante de batería. Y aún así, prácticamente un mes de autonomía. Fantástico.
Como pegas, nada que me haya sorprendido. No tiene soporte para formato EPUB, pero no he tenido ningún problema al convertir ese formato a alguno de los aceptados por el Kindle. Y leer ficheros PDF es tan engorroso que termina siendo muy poco recomendable aunque de eso ya me habían avisado y contaba con ello. Es un problema que no tiene sólo el Kindle, es general a la mayoría de lectores de este tipo. Otro inconveniente es que todo el sistema de menús está únicamente en inglés, nada grave porque es muy sencillo.
En resumen: estoy encantado con la compra, sigo leyendo tanto en electrónico como en papel, y al final, con la mayoría de libros, no hay tanta diferencia y las ventajas del electrónico son evidentes.
El mundo editorial en este país, entre tanto, sigue en Babia, por supuesto.
Seguiremos leyendo.