Como cada año por estas fechas, vuelven las ganas de cambiar la sobremesa por un paseo cámara en mano por el centro de la ciudad y por la bahía, que se llenan de gente buscando hacer la fotosíntesis.
Últimamente casi siempre salgo con la cámara y una única lente, mi 50mm f1.8 (qué gran compra). Ayer me apetecía jugar con las aperturas grandes y los desenfoques a plena luz, y la fotografía que encabeza estas líneas es el resultado. Ya seguiré experimentando con motivos primaverales otro día con un poco más de tiempo.
Seguiremos fotografiando.