Escuchando: My favourite game (The Cardigans)
Vagabundeando un día por eBay encontré uno de esos juegos de mi infancia que tenía ya olvidado, pero que al instante recordé con todos sus detalles… ¡cuántas partidas jugué con mis hermanos!
Ya no recuerdo si nos lo compraron en España, o fue uno de esos regalos que nos trajeron unos familiares desde Suiza (como el primer Lego Technic, años antes de que los vendiesen aquí); lo que es seguro es que se llamaba Ker Plunk!
Su mecánica es muy sencilla: consta de un tubo hueco, con una banda central llena de agujeros, por los que se meten unas varillas de plástico, formando una «alfombra» en medio del tubo, al entrelazarse. En la parte inferior del tubo hay una pequeña abertura lateral; el tubo se coloca sobre un platito con cuatro compartimentos -uno por jugador- y en cada turno se gira el tubo para que la abertura coincida con nuestro hueco del plato. Por la parte de arriba del tubo se echan canicas, que se posan sobra las varillas. Una vez hecho todo esto, por turnos se van retirando las varillas de una en una, intentando evitar que caigan las canicas. Si caen, irán directas a nuestro hueco en el plato. El que menos canicas tenga al final de la partida, gana. Es más complicado de explicar que de jugar, viene a ser como una mezcla del Mikado con la Jenga.
El nombrecito parece ser una onomatopeya alemana, por estas tierras he encontrado una versión más moderna (y hortera) llamada Canica Pum!, pero no es lo mismo: a mí me gustaba mi versión sobria y setentera. Y hace unas semanas encontré uno nuevo y embalado en eBay. Demasiado tentador para dejarlo pasar. Sobre todo porque lo vendían en Montana y la paridad euro/dólar está para aprovecharla. Por tres euros escasos, más gastos de envío (doce euros más, aproximadamente), en unos pocos días teníamos nuestro Ker Plunk! en casa. Era el mismo que recordaba de niño, aunque la caja y el embalaje son algo más modernos. Y todo en perfectísimo estado, nuevecito.
Sobra decir que en pocos días se convirtió en una nueva atracción de la casa (tenemos una cantidad sorprendente de juguetes, para ser [cof, cof] adultos), y el salón ya ha sido escenario de algún duelo al sol. Es fácil picarse, es uno de esos juegos peligrosos por lo adictivo.
En fin: qué peligro tiene eBay.
Seguiremos jugando.
PD: La señora que me lo vendió fue eficaz y muy rápida, pero el paquete era para verlo. No sólo llenó la caja de sellos, sino que escribió mi nombre y dirección exactamente cómo se lo mostraba eBay. Para futuras compras, creo que tendré que tener cuidado con los acentos.
7 comentarios sobre «Ker Plunk!»
Qué bueno lo de las tildes!!! jajaja
Creo que me voy a comprar un canica pum de esos. Anda que no me lo paso bien jugando borracho a la Jenga y éste tiene pinta de ser igual de divertido.
Con lo mal que se me da a mi la Jenga gracias a mi pulso de ladrón de panderetas, como para jugar borracho 😀
Ah! Dios mío!!!!! YO TENÍA UNO DE ESOS!!!! Jamás los he vuelto a ver, ni siquiera recuerdo como se llamaba el mío, si era alemán, español, o vete tú a saber qué…
Qué ilusión me ha hecho verlo… 🙂
Como soy así de envidioso, fui a comprar un canica pum a un centro comercial, pero no lo tenían. En cambio, me encontré con esto:
http://www.ludomecum.com/familiar/home_listar.php?edad=6&orden=7&ficha=340&origen=f
Más vistoso, más infantil, más sencillo, menos divertido en suma. Sigo buscando un canica pum.
Dunker: es parecido, sí, aunque me sigo quedando con la versión de las canicas 🙂
Hace tiempo vi un Canica Pum en una juguetería de Santander, en la calle Burgos, en el escaparate. Si paso y sigue estando, te aviso 😉
Finalmente, el sábado compré el Canica-Pum en una tienda de Juguetos. Es muy divertido, pero da rabia cuando acaba el juego: Es demasiado rápido!