Escuchando: Roll the bones (Rush)
Ayer por la tarde se desplomó un andamio en Santander, arrastrando un par de balcones en su caída. Increíble y afortunadamente, a pesar de la cantidad de gente que pasa por esa esquina (yo mismo, dos o tres veces al día) no había nadie debajo en el momento del accidente.
Por una vez, una ínfima probabilidad se ha cumplido. Menos mal. Vaya susto.
Seguiremos informando.
3 comentarios sobre «El peso de las circunstancias»
Seguro que la «música» del Bershka o el Stradivarius de abajo tiene algo que ver.
Pues sí que es curioso que no hubiera nadie debajo, la verdad.
Si es que ya no se hacen andamios como los de antes…
Bueno, hoy confirmaban en el periódico que no fue el andamio el culpable si no la propia fachada. Esta gente del siglo XIX es que no hacía los edificios duraderos 🙂