Una más para la colección

Escuchando: Euphoria underwater (The Unfinished Sympathy)

Sí, yo también he picado y me he comprado una de esas cámaras acuáticas que venden en Decathlon por 13 euros. Son realmente divertidas, y en el primer carrete de prueba incluso ha salido alguna foto para el recuerdo.

Seguiremos jugando.

Una noche de verano

Escuchando: Sunrises (Camping
)

Dormirse con el sonido de las olas, y ver el mar al despertarse han sido dos de los pequeños detalles que han hecho algo especial de este fin de semana. Camping, playas, tormenta, lluvia, Cantabria, Asturias, paseos, quesos, cosas, cena en sidrería recomendada, y fin de fiesta en forma de copiosa comida con los amigos.

Siempre podría haber estado mejor si las nubes se hubiesen apartado. Lástima.

A night in summer long ago
The stars were falling from the sky…

Seguiremos informando.

Adios al pop

Escuchando: Adios al pop (Las Escarlatinas)

En el penúltimo episodio de la bizarra organización del Santander Summer Festival de este año, se ha cancelado la Carpa Pop por razones logísticas. Y prefiero dejarlo ahí, porque los motivos reales, en detalle, son demasiado surrealistas. Mazingert Z se ha quedado sin su sesión, y el festival sin esa carpa queda cojo, sin un contrapeso, creo, necesario. No es, por tanto, el mejor momento para venir con ultimatums.

Muy triste. Seguiremos informando. Y pinchando en los locales habituales. En círculos reducidos.

Y nos dieron los diez

Escuchando: A la orilla de la chimenea (Joaquín Sabina)

Puedo ponerme cursi y decir
que tus labios me saben igual que los labios
que beso en mis sueños,
puedo ponerme triste y decir
que me basta con ser tu enemigo, tu todo,
tu esclavo, tu fiebre, tu dueño.

Y si quieres también
puedo ser tu estación y tu tren,
tu mal y tu bien,
tu pan y tu vino,
tu pecado, tu dios, tu asesino…

O tal vez esa sombra
que se tumba a tu lado en la alfombra
a la orilla de la chimenea
a esperar que suba la marea.

Seguiremos…

Fundido a gris

Escuchando: Losing my religion (R.E.M.)

El fin de semana comenzó el viernes en forma de cena casera, y terminó no mucho más tarde. El cansancio acumulado acorta algunas noches, últimamente.

El sábado disfrutamos de lo inaudito por estas tierras norteñas. Un día de cielo azul desde el amanecer hasta el anochecer. Ni una nube: sólo buen tiempo y bastante calor. Visita inexcusable a la playa, a ésta en concreto. Me gustó más aquel frío día gris que la conocí cámara mediante. En días de sol es demasiado ruidosa y ajetreada para mi gusto. La jornada acabó con el broche perfecto: terraza privilegiada, amigos, barbacoa, cervezas.

El domingo, vuelta a la normalidad: cielos grises y bajada de temperaturas. O lo que es lo mismo: otra forma de disfrutar de la playa, sin gente, con paseos por la orilla, con la cámara en la mano, con buena compañía, sin prisas, sin preocupaciones.

Y hoy, lunes, ha llovido mucho. Pero después de un fin de semana así, ¿a quién le importa?

Seguiremos informando.

Cuídame el gato

Escuchando: We are the champions (Queen)

Mmmm… cerveza…

Chimay
Chimay Triple
Chimay 2006
Mort Subite Kriek
Mort Subite Framboise
Desperados
Paulaner Original Münchner Hell
Paulaner Salvator
Paulaner Hefe-Weissbier Naturtrüb
Delirium Tremens (x2)
Fischer (x2)
Kaliber 0,0
Judas (x2)
Affligem Blond
Affligem Dubbel
Affligem Tripel
Heineken
Adelscott (x2)
Budweiser
Foster’s
Franziskaner
Budejovicky Budvar
Kwak
Grimbergen Blond
Grimbergen Dubbel
Grimbergen Tripel
Grimbergen Optimo Bruno
Grimbergen Cuvée de L’Ermitage
Murphy’s (x2)
Guinness Draut

Fuimos, vimos y recogimos. Ya tenemos los premios de aquel concurso. Definitivamente, ha merecido la pena. Mi resolvedora favorita de puzzles se hizo con el primer premio en categoría individual, y yo arañé el tercero. Resultado: treinta marcas distintas cervezas para ella, y cinco más para mí (las que aparecen repetidas en el inventario). Si a todo esto le sumamos los 125 euros del primer premio por parejas, se concluye que el día en el que por casualidad, camino de la playa, nos fijamos en el cartel del concurso fue un día de suerte. Sin duda.

Los puzzles esféricos, de todos modos, nos siguen sin gustar. Seguiremos peleándonos en casa con los puzzles de toda la vida, aunque sean en blanco y negro.

¡Salud!