Escuchando: Ruby (Kaiser Chiefs)
A veces los mejores días son los que no se planean. El sábado, después de una manifestación y unas improvisadas cañas, acabamos en casa de unos amigos, estrenando su habitación Zen y convirtiendo un juego de mesa en uno de suelo.
Nunca había jugado, pero me gustó. Y engancha. Es entretenido, el Rummikub.
Al día siguiente, hablando con un amigo sobre juegos, salió a relucir el tema de Falomir. Y es que se trata de una marca de juguetes de lo más peculiar. El Intelect que compramos no hace mucho no es más que un Scrabble patrio (la única diferencia es la ausencia de dos comodines, y un precio mucho menor).
Resulta además que el Scrabble no es el único juego en el que se han inspirado. Una visita a su web nos hace descubrir nombres que nos suenan de algo, seguro: Superpoly, Rummy, Colgado, Cuál es cuál, Monos saltarines, Médicos de animales (para operar), Masterman, Pincha el pirata, Pintatodo, Hundir los barcos, Coloca 4, El canguro saltarín (¿no era una mula?)…
Tengo la secreta sospecha de que la plantilla de Falomir se compone de un hombre haciendo juguetes, y cincuenta abogados.
Seguiremos jugando.