Escuchando: So long, Marianne (James)
Con lo caprichoso que soy para algunas cosas, a veces me viene bien vivir en este pueblo llamado Santander: como nunca tienen nada que se salga de lo común en las tiendas, siempre se me hace muy difícil eso de las compras compulsivas. Hoy me he pateado las tiendas de fotografía, y no sólo no tenían lo que buscaba, sino que la mitad de las veces he tenido que explicar lo que era. Sic.
Tendré que hablar con mi contacto en la capital, para que se pase por tiendas de fotografía de verdad…
Al menos la tarde ha sido de provecho y ha habido dos detalles que me la han alegrado. El primero de ellos ha sido descubrir una exposición, Fotógrafos de la Naturaleza 2006, en la que me he quedado (más) embobado. Espectacular. Además, en cada foto indican todos los detalles: cámara utilizada, ajustes del disparo, objetivos… Hay una foto que está sacada con una cámara igual que la mía, y utilizando uno de los objetivos que tengo… conclusión: ¡lo que me queda por aprender!
El segundo detalle agradable de la tarde ha sido cruzarme con una sonrisa que hacia mucho que no veía.
Seguiremos informando.