Escuchando: Something’s Wrong (K’s Choice)
Son cinco, son de de distintos puntos del norte; tienen entre 18 y 21 años; y tienen, supongo, unos padres sin ningún asomo de sentido común. He flipado al leer la noticia…
No estamos locas, amamos a Bustamante
En fin. Taradas que se ponen a la cola días antes de algún concierto de los triunfitos, ya se han visto otras veces. Nada nuevo. Pero enterarse de algunos detalles, francamente, me ha dejado mal cuerpo.
«Prefieren no desvelar cuánto dinero se llevan gastado desde que comenzó su ‘afición’, «sólo podemos decir que más de un millón de pesetas cada una», reconoce Lidia»
Sin comentarios. Tienen entre 18 y 21 años, y se han gastado más de un millón de pesetas (UN MILLÓN DE PESETAS) en perseguir a Bustamante de concierto en concierto. Una de ellas ha invertido ahí toda una indemnización por un accidente.
¿Qué clase de padres tienen estas imbéciles?
Sin acritud. Es sólo curiosidad.
Seguiremos informando.
1 comentario sobre «Los locos son vuestros padres»
Me llegué a pensar dos veces lo de ir a Barcelona primero y Madrid después en el 2001 para ver a Knopfler dos veces en cutro días. La entrada, sobre los 40 euros, calculo. Dudé si ir a Londres a ver a (lo que quedaba de) los Dire Straits. La entrada, no recuerdo, pero era con fines benéficos (aparte de darme la oportunidad más parecida de ver a los Dire Straits que jamás pueda tener) Dudé en pegarme 10 horas de autobús para ver a The Cure en Santiago. Dudé si merecía la pena pagar 40 y tantos euros por ver 3 horas y 15 minutos de Springsteen y la E-Street Band en Gijón. Me convencieron de que valía la pena pagar 50 euros por ver al Knopfler en primera fila y no recuerdo cuanto me ha dolido un poco, solo un poco, pagar 46 euros para ver a U2 dentro de 9 días en el Calderón…
Creo que se me han disipado todas las dudas. Y una más: El sistema de concesión de becas de estudio debía tener estas cosas en cuenta. Lo que aun no sé es en qué sentido: negarle la beca a estas cuatro por gastar su propio dinero (o el de papi y mami) en echar a perder su (poca) educación o darles una beca para ver si tienen remedio.