Escuchando: Master of Illuison (Pendragon)
Nunca tuve poderes para normales, nunca lo fui; descifrar las estrellas es difícil en una ciudad que brilla en kilómetros a la redonda… y no sabría a dónde mirar, en cualquier caso; mi horóscopo sólo acierta la mitad, la del gemelo que no soy yo; la bola de cristal se cayó, y se me rompió: estaba hueca, y era una vulgar imitación de poliuretano made in taiwan; sabía leer los posos del café, pero no me gusta: yo tomo té, y esos no los entiendo; de las cartas mejor no hablemos… terminar una carrera sin aprender a jugar al mus es algo que alguno no me perdonará nunca; y lo único que consigo mirando las líneas de mis palmas, es distinguir la mano derecha de la izquierda.
Y sin embargo, tengo un truco. Sólo para algunas ocasiones, pero infalible. No falla.
Sólo hace falta que desee algo con todas mis fuerzas; que me parezca importante, que me haga ilusión; que cierre incluso los ojos al pensar en ello. Al abrirlos, soy capaz de adivinar el futuro.
No va a ocurrir.
2 comentarios sobre «Astrología razonable»
La realidad nunca es como la soñamos y pocas veces como la deseamos, porque si fuera así sería un película.
La realidad es mejor que eso: es real.
Además, si todos tus sueños fueran realidad creo que no habría nada que leer en este weblog.
Lo de acabar la carrera sin aprender a jugar al mus… no tiene perdón. 🙂
ave rober!