Escuchando: Alone in Kyoto (Air)
Hoy, estas horas, ya es hoy. Y cuando las palabras, las llamadas, los mensajes, los regalos, no van a ser bien recibidos, lo único que me queda es felicitar mentalmente. Es igual, no me hagan ustedes caso, cosas mías. Sólo mías.
Me marcho. Mañana prontito salgo hacia Bilbao, donde cojo un avión que me llevará a otro aeropuerto donde cogeré otro avión que me llevará a otro aeropuerto donde cogeré otro avión que me llevará al aeropuerto de Mykonos.
Allí tendré bastante tiempo para trabajar (miedo me da) y también para pensar (miedo me doy). Tengo previsto a la vuelta hacer algunos cambios en mis horarios y en mis hábitos. Y por supuesto, no prometo sino que amenazo con toneladas de fotos (nota mental: echar en la maleta el cable de la cámara para ir achicando fotos al portátil)
No sé si tendré ocasión de escribir algunas líneas desde allí. Si me dejan algún sitio donde conectar el ordenador, lo haré. Y también me llevo una tarjeta inalámbrica por si las moscas, para husmear a ver si pillo algo en las inevitables esperas de aeropuerto…
Lo dicho: sean ustedes buenos. A la vuelta paso lista.
Seguiremos informando.
PD: Y como vuelo con Air France, me volverán a explicar en imperfecto castellano que en caso de despresurización en la cabina, tengo que jalar el chaleco salvavidas. Sic.
PD #2: Y en otra ocasión pondré fotos de la cachimba (de adorno, sólo es de adorno, ¿eh?) que me trajo ayer mi hermana de su luna de miel por Túnez, un viaje con regateos, oasis, excursiones y amaneceres en el desierto.