Escuchando: Hay poco Rock’n’Roll (Platero y Tú)
– ¿Ayer entramos en el bar más heavy de Ampuero y nos pusimos a repartir rosas de papel?
– Eh…. sí. Y os ofrecieron anfetaminas a cambio.
– …
Esta conversación, mantenida esta mañana (bueno, mañana por decir algo, eran más de las cuatro de la tarde) al despertarnos, puede dar una idea de lo que dio de sí la nochecita en la Verbena de la Rosa de Ampuero.
La cosa empezó de forma casera, de la manera habitual, con alguna que otra excursión de emergencia para buscar provisiones al más puro estilo Homer (¡por favor, un sexteto cervecil!)
Entre una cosa y otra, se nos hizo un poco tarde y hasta eso de las dos de la mañana no salimos de casa. En la verbena ésta, la verdad es que no había mucha gente, al menos en comparación con la masificación de los encierros de hace unas semanas. Y claro, a las horas a las que llegamos, ya no había ni rosas ni ná. La gracia del tema se supone que está en comprar una rosa de papel, roja para ellos, blanca para ellas. Cada rosa tiene un número, y si se encuentran una rosa roja y una blanca con el mismo número, ganan. No sé qué es lo que ganan, pero ganan. We are the champions y todo eso.
De todas formas, para nosotros las rosas eran lo de menos. Desde la guinda que nos dio el pistoletazo de salida, la noche fue pasando entre copas, chupitos (no había de piruleta, pero sí sucedáneos), levantamientos de cuerpos, demostraciones improvisadas de patadas de kick-boxing, fotografías en espejos, algunas caídas, y muchas muchas risas.
Lo de las rosas lo acabamos arreglando, porque al pasar por la plaza a una hora que empezaba a ser indecente, descubrimos que unas cajas en un rincón escondían todas las rosas que habían sobrado, y eran muchas. Así que después de hacer provisión personal de ellas, acabamos cargando con una caja para ir repartiéndolas por las calles.
Luego acabamos en ese bar heavy, repartiendo las rosas, y el resto es historia. Por cierto, que el Bar Ampuero es un tugurio, un antro, pero me encanta. Rammstein, Metallica, Boston, Platero, Extremoduro (cuyo femenino me recordó cosas durante un rato..), Guns N’ Roses… Y además, si me tiro/tiran la copa, me dan otra entera. Un detalle.
De ahí, después de algún intento en vano de cerrar el bar, ya de día, y tras el inevitable (se veía venir) tequila, a casa. Que se dice pronto, pero era un paseo de media hora, que a esas horas y en nuestro estado, se convirtió en el doble. Paseo que amenizamos con juegos como intentar seguir una línea recta, o pedir prestados higos y manzanas para ir desayunando algo por el camino….
Así que nada. No nos tocó nada en el bingo, no había tanta gente como me esperaba, pero fue una noche muy, muy divertida…
¡Ah! ¿alguien tiene una rosa blanca con el número 636? ¿no? ¿ni siquiera tú? Bueno, claro, si tú ni siquiera tienes rosa… y si la tuvieras, tampoco te ibas a molestar en mirarla.
Ya no.
Seguiremos informando.
PD: Y las fotos, que las hubo, en breve en mi página, con la contraseña de siempre. Hoy no he tenido tiempo de ponerlas, porque al llegar a casa, después de cenar mi familia ha tomado al asalto mi habitación para ver fotos y vídeo de la boda del viernes. Y a mí, como los vídeos de las bodas me aburren muchísimo (venga, vale, el de Sandra y Dani no) me he exiliado con el portátil al salón para escribir esto…. Y ahora me voy ya a la cama, a ver si voy recuperando los horarios normales…