Ayer estuve en pla playa, aunque la arena estaba húmeda, y llena de hojas que caían del parque de Mesones. Hacía mucho viento, levantaba arena, y se nublaba cada 6 (vulgo dos por tres). Vamos, que seguimos en verano, pero se nota que se acerca el final…
Es igual, fui solo… o mejor dicho acompañado de Eduardo (Mendoza) y de Manolo (García), y aproveché la visita para acercarme al Cormorán (not-so-Old Tavern) y enterarme de una vez por todas de la hora del concierto de Phil Grijuela… y es que El Diario Montañés en este caso había desinformado más que informado…
El concierto fue a las once y media de la noche, y allí estuvimos, disfrutando de la guitarra, de la voz, de la armónica, y del saber hacer de ese enorme Rey de la Montaña… un principio de concierto tranquilito, con temas propios, para pasar a una segunda parte más movidita con versiones: Springsteen, Eagles, la canción adecuada de Neil Young para resolver una duda, la Creedence… Gran concierto, a pesar del pésimo sonido y de que se oía mucho (demasiado) el barullo de la sala…
Y cuando terminó Phil y se fue con sus fiebres a otra parte, yo seguí con alguna cerveza mas, canciones de todo pelaje y una charla, como siempre, agradable. Guinda para el fin de la noche: Drive, de Incubus. Triste que pongan canciones como ésa para cerrar un bar. SI lo que pretendían era echarnos, con nosotros no lo consigueron.
Si lo hicieron, en cambio, poco después, cuando pusieron Los Lunnis, apagaron las luces y nos fuimos a casa disfrutando del agradable clima santanderino… ¿dije clima? Quise decir tromba…
Y hoy…
Hoy es hoy…
Seguiremos informando…