Mientras resonaba el eco de victorias futboleras, rodaban dados, se rompían vasos, se esparcía serrín, y se vaciaban jarras, yo me peleaba con coberturas y esperaba, como siempre, al cambio de bar….
Y así, entre llamadas esperadas pero no recibidas, y llamadas inesperadas aunque sí recibidas, acabamos en un bar mejicano, de nombre Tequila para más señas, porque alguien tenía antojo de vodka (?), en concreto de vodka sueco (??). Estas cosas sólo pasan un sábado a esas horas de la mañana…
El caprichoso, el doctor del grupo, se tomó su vodka, los demás alguna que otra copa… y luego acabamos probando los cocktails a base de tequila, especialidad de la casa. Y eso que a mí, es mentarme el tequila, y se me enciende en la cabeza, con luces de neón de ocho millones de watios, la palabra Salamanca. Warning, Achtung. Cuidadín. Pero no, estos brebajes de anoche estaban muy ricos y muy suaves…
Y hoy… hoy.. pues.. digamos que en ÍTACA estos días estamos haciendo muchas visitas, buscando clientes, etc. Y queremos dar una imagen de empresa joven, dinámica, saludable, vital.. y claro, mi palidez post-invernal no ayuda, así que muy a mi pesar, y única y exclusivamente por esa razón, me he tenido que pasar la tarde en la playa. Haciendo de tripas corazón. Con la prensa dominical y el iPod para pasar el trance de la forma más llevadera posible. Qué le vamos a hacer. Duro es ser empresario, pardiez. |
Eso sí, me he retirado pronto para ir a votar, que la playa no tiene que ser motivo de absentismo electoral. Aunque me temo que en este país, cuando se habla de Europa en realidad se dice Euro(co)pa, y lo que mola mazo no es votar, sino botar. Y así nos va, que marcamos goles mientras nos meten otros.
Seguiremos informando.