Nunca llueve, sólo diluvia. Eso se puede decir hoy del tiempo en Madrid, y de mis obligaciones laborales. De repente, se me han juntado mil millones de cosas….
Todavía tengo mil dudas a la hora de ponerme con la contabilidad de Ítaca. Y tenemos una ronda de llamadas pendientes, a ver si hay suerte y nos sale algo… En la Universidad, sigo con un curso de doctorado que me está pareciendo francamente lamentable, y la semana que viene empiezo otro que no tiene mala pinta. Se acumulan los capítulos por corregir del par de Proyectos de Fin de Carrera que estoy coordinando, y ya tengo otro a la vista. Tengo también un mini-proyecto pendiente con alumnos de una asignatura de mi jefe, desaparecidos en combate desde hace un par de semanas… Hay reuniones a las que no puedo ir (aunque me mantendrán puntualmente informado de todo lo que se espera de mí) porque además hoy he empezado un curso de gestión empresarial en el que un clon de Phil Collins con doble personalidad (normal y cheli) ha divagado sin orden ni concierto durante tres horas y media… Súmese que la semana que viene, creo, me tengo que volver a ir de viaje, a Toulouse, creo, agítese, y se obtiene algo parecido a mi agenda de estos días… Menos mal que para olvidarme de todo por un rato, tengo siempre a mano a Griet y a Vermeer… Seguiremos informando… |