Por si quedaban dudas, se han disipado todas: Scarlett Johansson debería estar prohibida. Joder.
La angelical protagonista de Lost in Translation se ha desmelenado el otro día en una sala de fiestas propiedad de Johnny Depp, y se ha subido al escenario a acompañar a unas strippers en su número. Viendo las fotos de éste su lado salvaje, seguro que estuvo a punto de provocar alguna que otra taquicardia….
Prohibida, debería estar prohibida. Afú.